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El significado de la adicción

Publicado por Malena

Deepak Chopra, en su libro “Vencer las adicciones”, afirma que la adicción es el problema más grave que enfrenta la humanidad, porque puede provocar enfermedades como el sida, muchos tipos de cáncer y trastornos respiratorios y cardiovasculares muy serios.

Detrás de una adicción están el miedo al pasado, al futuro o la dificultad para disfrutar del presente. Pero si buceamos más a fondo en esta conflictiva, vemos que el adicto es un buscador del placer, sin orientación.

El adicto está buscando algo que supere su insatisfactoria realidad cotidiana que no puede soportar, aspirando a un nuevo nivel de experiencia más elevado.

El impulso de búsqueda no es malo, al contrario, es muy positivo, porque es la base de la esperanza y de la verdadera transformación y muestra la existencia de una naturaleza espiritual que aquellos que están aferrados a sus pertenencias, no tienen.

Como decía Platón, el ser humano tiene el recuerdo de la perfección y eso es lo que explica su anhelo de superación.

Más que hablar de los efectos destructivos de las adicciones, Chopra prefiere despertar la conciencia de la perfección que está dormida en cada uno de nosotros, que nunca se pierde y que está a nuestro alcance.

La música es la mejor forma de ponerse en contacto con esa perfección interna, porque con la música, ya sea interpretándola o escuchándola, puede llegar a hacernos experimentar cierta forma de éxtasis, gozo y placer.

Las drogas, para los músicos, es un modo falso, destructivo e inadecuado de intentar cumplir con su principal propósito, ser grandes músicos; porque la adicción significa buscar lo bueno en algo equivocado, en un sustituto degradado y degradante de la verdadera experiencia de gozo.

Además de las necesidades de subsistencia, el hombre tiene una necesidad que es fundamental en su vida que es la satisfacción del espíritu, tan necesaria como la de los alimentos.

El bienestar espiritual asegura el buen funcionamiento del cuerpo; sin embargo, casi siempre estas necesidades espirituales son mal interpretadas.

Aunque parece que la humanidad está volviendo a los valores espirituales, la tendencia al materialismo ha provocado conductas adictivas en las ciudades modernas, en detrimento del espíritu.

Todas las culturas a lo largo de la historia han tenido la necesidad de experimentar el éxtasis para poder trascender la realidad cotidiana.

Fedor Dostoiesvski afirmaba que para que las personas estén contentas necesitan vivir tres experiencias: milagros, misterio y guía espiritual, considerándolas más importantes para la gente que las necesidades materiales.

El adicto, sin guía espiritual, cree que puede acceder a esos milagros y a ese misterio a través de la adicción.

Los adictos son personas que tienen reacciones autodestructivas ante el vacío espiritual que existe tanto en la pobreza como en la abundancia material.

En algunos sectores de alto nivel adquisitivo el anhelo espiritual tiene forma material, pero cuando ya lo tienen todo, sienten que todavía les falta algo que no saben bien qué es.

Cuando ese anhelo no se satisface es fácil caer en formas autodestructivas de satisfacción como el alcohol, las drogas o el sexo peligroso.

Pero peor aún es cuando las personas no tienen nada y se sienten excluidos del éxito material, porque en ellos el poder destructivo de las adicciones es mayor.

Sin embargo, la plenitud espiritual es accesible a todos, cualquiera sea su condición.

Para Deepak Chopra, la solución espiritual en la vida cotidiana es la respuesta real al problema de las adicciones; encontrar la dicha interna perdida dentro de uno mismo.

La dicha interna es la felicidad sin motivo, un estado que no depende de lo externo pero que define nuestro modo de ver el mundo; la dicha es la causa de la felicidad, porque la felicidad es el efecto inmediato que produce algo externo. La dicha es lo que somos, la felicidad es lo que compramos o tenemos.

El problema es que hemos perdido el contacto con nuestra fuente de dicha y la confundimos con la felicidad que nos brindan las cosas materiales, que nos dejan vacíos por dentro.

La dicha interna es la que nos permite disfrutar de las cosas cotidianas de la vida y la recuperamos cuando nos damos cuenta que no nos estamos perdiendo nada y es entonces cuando nos contentamos con cualquier cosa.

Fuente: “Vencer las adicciones”; Deepak Chopra.