Filosofía

Destinos

Publicado por Malena

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El dilema si existe o no existe un propósito en la vida; si efectivamente tenemos durante nuestro paso por la tierra la posibilidad de cumplir o no un destino propio, es un misterio.

Pero si tenemos conciencia de nosotros mismos y vemos la realidad con otros ojos, como un muestrario de oportunidades para cumplirlo, y nos atrevemos a seguir ese camino, no nos quedará ninguna duda.

No existen evidencias científicas sobre la existencia de un plan para cada uno de nosotros, pero la experiencia de vida nos demuestra que si aprendemos a mirar y nos conocemos a nosotros mismos, podremos armar con precisión el rompecabezas de la existencia.

Me levanté a la madrugada para tomar agua y prendí el televisor. A las tres de la mañana suelen dar buenas películas.

Efectivamente, en uno de los últimos canales del cable, estaban proyectando una película que se refería al destino de dos hombres, uno de ellos joven y otro más viejo.

El primero era médico y venía por la ruta manejando un auto destartalado sin rumbo, agobiado por una gran pena que le había acontecido hacía un año.

Había perdido a su mujer en un accidente de auto y se sentía culpable. No podía recordar lo que había provocado el desastre, sólo que se había distraído para besar a su esposa.

Quedó bloqueado y su vida transcurría sin poder avanzar hacia ningún lado. Le parecía que nada tenía ningún sentido porque le habían arrebatado a la criatura tan bella que tenía a su lado.

Se encuentra ocasionalmente con un hombre mayor en el camino, que se dirigía por la ruta, haciendo dedo, para llegar a un festival en conmemoración de la muerte del famoso cantante Elvis Presley.

Aparentemente era un imitador del cantante, un bohemio, que concurría todos los años.

Pero además de imitador, era un filántropo, alguien que tenía la capacidad de comprender a los demás para ayudarlos.

Advirtió el estado de ánimo del muchacho y no separó más de él, a pesar de los intentos del joven para liberarse de su compañía.

Es que a este hombre, también golpeado por las circunstancias, la vida le había enseñado que todo ocurre por una razón y que nada pasa por casualidad, como ese auto que se les adelantó a ambos en el camino con una casilla rodante en el que viajaba una joven, imitadora de Marilyn Monroe, que se dirigía al mismo lugar que el falso Elvis Presley.

Ocurren muchas cosas en la película, que poco a poco van afianzando un vínculo entre esos dos hombres tan distintos, hasta que el joven se entera que también el hombre viejo había sufrido una tragedia, su esposa e hija habían fallecido en un accidente aéreo el mismo día en que murió Elvis Presley.

Ese hombre había sido un empresario exitoso, que al perder a su familia abandonó todo y se dedicó a adoptar la personalidad de Elvis Presley, y dedicarse a imitarlo en algunos lugares de esparcimiento, haciendo una vida nómada.

Al mismo tiempo, se interesaba por las personas, y como un profeta trataba de ayudarlas con sus problemas.

Desinteresado de todo se entregaba a la vida sin condiciones y sin miedo, sin hacer previsiones para mañana, viviendo cada momento como el último.

Milagrosamente tenía la gran habilidad de salir de cualquier situación difícil por su gran intuición, que le permitía conocer el interior de la gente.

Efectivamente, como el hombre mayor había predicho, no fue casual el encuentro con esa joven del camino que conducía un remolque; y la volvieron a encontrar más adelante en un lugar de esparcimiento del camino; y es esa presencia al conocerla, la que provoca un cambio de actitud del joven que de pronto puede recordar los detalles del accidente.

No era él el que conducía el auto cuando se produjo la tragedia, sino ella.