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Biografía de Mahoma

Publicado por Malena

Mahoma-Biografia

Toda religión es una cosmovisión

Los orígenes de las religiones son las intuiciones y las visiones que tienen los hombres para recuperar la moral de sus pueblos

Mahoma fue un profeta preocupado, como los antiguos filósofos tanto de oriente como de occidente, por los problemas de su comunidad, en este caso, inmersa en el paganismo, la falta de moral y los excesos.

Nació en La Meca, parte Noroeste de Arabia Saudita, en el siglo VI. después de Cristo.

Era hijo de un comerciante que murió cuando él tenía seis años, falleciendo su madre poco tiempo después.

Fue criado por su anciano abuelo quien se ocupó de su educación y que dos años después también falleció.

Su segundo tutor fue su tío paterno, persona bondadosa perteneciente a un clan numeroso, que lo crió junto a su hijo y lo educó con esmero.

En esa época Arabia sufría de disgregación política y su organización social se reducía a pequeños grupos tribales que practicaban el antiguo paganismo árabe.

Existían diversos males en La Meca, ciudad considerada santuario. Falsas nociones sobre el Ser Divino, ceremonias supersticiosas, paganismo, divinidades menores, en su mayoría diosas que gozaban de privilegios por encima de la divinidad principal llamada Alah, a quien el pueblo de La Meca había ofrecido ese santuario.

La verdadera religión era, a juicio de Mahoma, la de los fundadores de la comunidad, Abraham, el profeta de los judíos y su hijo Ismael y su misión era restablecer la antigua pureza del culto; por lo tanto, la tarea que el profeta se impuso fue la ejecución de un plan de reforma teológica, social y moral.

La biografía original de Mahoma contiene unos pocos pasajes que relatan el papel que habrían desempeñado en su vida seres sobrenaturales, ángeles y demonios.

Su contacto con lo sobrenatural estaba relacionado con sus experiencias personales, como más tarde fue su misteriosa traslación desde el templo de la Meca al templo de Jerusalén, y la circunstancia en que alimentó milagrosamente a una multitud; siendo la más notable su ascensión al cielo.

La opinión más respetada es que el arcángel Gabriel comunicó a Mahoma, en un éxtasis, el contenido del Corán, libro sagrado del Islam, que fueron transcriptas por escribas fidedignos.

Mahoa fue un comerciante hasta los cuarenta años. Estaba casado con una viuda de buena posición y había tenido seis hijos.

A esa edad comienza a recibir las revelaciones en una de sus frecuentes visitas a las cavernas de las montañas, donde se retiraba a pensar. En medio de sus reflexiones, cayó en trance y sin saber leer una voz le ordenó leer un escrito.

Las primeras revelaciones son advertencias, breves descripciones históricas con intenciones morales y también contienen las doctrinas más importantes del Islam sobre la existencia de un solo Dios, la vida futura y más preceptos morales.

Las revelaciones siguientes cuentan las historias de los profetas tanto hebreos como árabes y un capítulo, también llamado sura, que trata del Evangelio. Las revelaciones posteriores poseen leyes al estilo de manifiesto político.

Esta nueva religión se aproxima más al Judaísmo que al Cristianismo y Mahoma no se dedicó a registrar sus revelaciones sino que de esto se ocuparon sus discípulos.

Mahoma era un hombre sencillo, afable, ético y muy confiable, dedicado a lograr la unidad de su pueblo y beneficiar a su comunidad, privilegiando el sentido de la justicia, el restablecimiento de las costumbres morales, la austeridad y el servicio al prójimo.

Fue el último profeta que recibió una revelación divina para transmitir a la humanidad.

Luego de haber cumplido con la unificación del pueblo árabe y de haber establecido una estructura política social y religiosa como sostén de la incipiente sociedad islámica, fallece en la ciudad de Medina a los 63 años.

Mahoma sostenía que no es prudente creer que este mundo es producto de la casualidad.

Toda la realidad surge de un poder celestial infinito, bondadoso y compasivo hacia donde volveremos después del fin de esta vida.

Alah representa esa verdad que nos ofrece las normas de bondad, justicia y buena voluntad a las que las vidas humanas deberían ceñirse, incluso el poder político.

Mahoma ejerció el poder durante diez años y según sus historiadores fue un buen político.

La vida de un profeta es un modelo que hay que imitar en todo sentido. Las virtudes recomendadas son la humildad, la paciencia, la suavidad, el refinamiento de la palabra, devolver bien por mal, la sinceridad, la lealtad, la simpatía, el respeto por la pobreza y el infortunio, la protección a los huérfanos y a los enfermos, la compasión para los afligidos por un duelo, el control de las pasiones como la envidia, la malicia, el deseo de infamar y el deseo de aventajar.

Los musulmanes creen en que todas las cosas están ordenadas de antemano, por lo tanto todo esfuerzo es inútil a menos que se esté cumpliendo con la dirección correcta. Este concepto se identifica con el de las filosofías orientales.