Biografía legendaria de Siddharta Gautama – El Buda
La filosofía budista es panteísta y se centra en la mente y el poder inmanente
El siglo VI antes de Cristo fue un siglo de grandes filósofos.
En Oriente floreció la última reencarnación de Buda, en la persona de Siddharta Gautama; completando la trilogía más notable de esa época junto a Confucio y Lao Tsé; mientras en Occidente surgían al mismo tiempo figuras sobresalientes como Pitágoras y Heráclito.
Buda es un arquetipo que se manifiesta en el mundo en diversas épocas en distintas personalidades.
Los hechos históricos están ocultos en la leyenda, que no es una invención arbitraria sino una deformación o magnificación de la realidad.
La negación de la personalidad es uno de los dogmas esenciales del Budismo.
Los antecedentes del Budismo provienen del Hinduismo y la doctrina de los Vedas. La palabra Veda significa sabiduría y se consideran obras de la divinidad.
Esta doctrina propone que el Universo crea la multiplicidad en forma mágica y alucinatoria y la destruye cíclicamente volviéndola a su estado inicial de unidad(panteísmo).
Siddharta Gautama, la última reencarnación de Buda, nace al Sur de la región de Nepal.
Su nacimiento forma parte de una leyenda mágica. Su madre muere a los siete días de su nacimiento y es criado en el reino de su padre, un poderoso guerrero que deseaba que su hijo fuera valiente y aguerrido como él.
Después del funeral de su mujer, el rey consultó a los astrólogos para conocer el destino de su hijo.
Las estrellas predecían que su hijo viviría y que cualquier intento de quitarle la vida fracasaría. Vaticinaban que algún día sería rey pero no de ese reino sino que reinaría en todo el mundo y llegaría a dominar su propia alma.
El rey se mostró furioso con este pronóstico y decidió reprimir en su hijo toda inclinación hacia Dios manteniéndolo dentro de las murallas de su palacio para que ignorara la realidad de su pueblo y enseñándole desde niño las artes de la guerra.
En esa época los reinos dominaban regiones que estaban permanentemente en disputa para mantener el poder y un monarca débil se arriesgaba a perder todas sus posesiones y hasta su propia vida.
Hasta los 32 años Siddharta no vería jamás sufrimiento alguno, ni enfermedad, ni pobreza, ni vejez, ni muerte.
Gautama se casa a los 19 años y disfruta diez años de felicidad, hasta que un día decide salir fuera de su palacio y ve en la calle con estupor a un hombre viejo, un mendigo, un enfermo y un féretro. Finalmente, cuando logra ver la paz reflejada en la cara de un monje, se da cuenta que ha encontrado el camino.
La noche que decide renunciar a su reino y partir se entera que su mujer va a dar a luz un hijo. Siddharta promete volver cuando sea un Buda.
Pasa siete días en completa soledad, se reúne con ascetas como él en la selva sobrellevando muchas privaciones, se va a las montañas y se entrega durante seis años a la mortificación y el ayuno hasta que por fin se da cuenta que todo eso es inútil.
Decide entonces sentarse a la sombra de un árbol con la intención de no levantarse hasta lograr la iluminación.
Venciendo a sus propios demonios porque piensa que todo es ilusorio e irreal, ve sus infinitas encarnaciones anteriores y las de todas las criaturas. Abarca los innumerables mundos del universo y se convierte en el Buda.
Brama baja del firmamento con un gran séquito y suplica a Buda que inicie la predicación que salvará a los hombres.
El Buda busca a seis monjes y les muestra la Via Media, el camino que hay que seguir, equidistante de la vida carnal y de la vida austera. Les enseña la aniquilación del dolor por la aniquilación del deseo. Hace milagros, cruza volando el rió Ganges. Acepta la invitación de una cortesana y tampoco desdeña el bálsamo que una pecadora le ofrece.
La historia de Buda se asemeja a la historia de Jesús y tiene el mismo propósito que el Cristianismo; transformar una religión étnica en una creencia Universal.