Biografía de Hegel
Georg Friedrich Wilhelm Hegel (1770-1831), nació en el seno de una familia luterana, de clase media, en Stuttgart, Alemania.
Perdió a su madre a los 13 años y la relación con su padre era distante.
Era un estudiante esforzado muy disciplinado, ordenado y obediente. Terminó el bachillerato y fue a la universidad de Tubinga para formarse como pastor luterano.
Allí, siguió estudios filosóficos y teológicos y se vinculó con personajes que posteriormente serían célebres como Hölderlin y Schelling.
Los tres habían cultivado su espiritualidad no ajena a la mística pero pronto se decidieron a abandonar la carrera de pastor a la que habían sido destinados.
Hegel fue influenciado por el pensamiento ético de Kant y el rigor especulativo de Spinoza.
A los 23 años comenzó a trabajar como profesor de los hijos de una familia aristócrata pero se desilusionó con el trato servil que le exigían. Abandonó su trabajo y se dirigió a Frankfurt a trabajar como preceptor de una familia de clase media.
Aunque los románticos e idealistas alemanes compartían el mismo anhelo de libertad y de absoluto, Hegel valoraba el sentimiento y las pasiones pero al servicio de la razón.
Hegel consideraba a la naturaleza como inconsciente de sí y que sólo en la sociedad, el Estado y la cultura la humanidad puede superar la alienación de lo meramente natural.
Hegel fue el creador del sistema más firme del idealismo, pero antes tuvo que superar muchas dificultades.
Muerto su padre se convirtió en un filósofo funcionario, servidor del Estado, con el objetivo de proyectarse.
Hegel fue acosado por las penurias económicas, deseaba encontrar un puesto remunerado y poder escribir su gran libro filosófico sistemático.
El nacimiento de su hijo ilegítimo, Ludwig Fischer lo hundió en más problemas, morales, sociales y económicos y la realidad histórica hacía cada vez más difícil la valoración de su obra, la Fenomenología del Espíritu.
Hegel veía con buenos ojos la extensión de la revolución a su propio territorio en los primeros momentos y su pensamiento se inclinaba a favor de Napoleón, considerándolo la encarnación del espíritu universal.
Hegel consigue por fin el cargo de rector de un instituto de enseñanza media en Nuremberg, convirtiéndose en alguien respetable.
Se casa con Marie Von Tucher, 21 años menor que él y tienen dos hijos; y es nombrado Consejero escolar de la ciudad, alejándose en ese momento del sueño de una carrera universitaria.
Escribe la Ciencia de la lógica en tres volúmenes y esta publicación hace que nadie pueda menospreciarla ni dudar de la capacidad filosófica de su creador.
A los 46 años consigue su tan ansiado puesto en la Universidad de Heidelberg, cargo que ocupa hasta 1818 y desde esa fecha hasta su muerte se desempeña en la Universidad de Berlin.
Su sistema filosófico se caracteriza por su racionalismo absoluto y es uno de los más complejos de la filosofía.
El elemento básico de su pensamiento es el concepto de dialéctica, como método para alcanzar el conocimiento, proceso histórico que tiende al Absoluto y que se identifica con el Ser real y verdadero.
Tanto el Absoluto como el proceso histórico tienen tres momentos, tesis, antítesis y síntesis, esta síntesis susceptible de convertirse en una nueva tesis, y que representa la superación de ambas.
Hegel atribuye realidad a la vida mental. En su obra “La lógica” que es una metafísica, considera el espíritu absoluto y fundamenta su auto despliegue. En la “Fenomenología del Espíritu” trata el espíritu objetivo; y en la “Fenomenología del Espíritu” narra el proceso inverso a la lógica y el retorno al absoluto por medio de una superación dialéctica realizada por la razón.
Para Hegel, son productos del espíritu objetivo, el derecho, la religión y la ética; y el Estado es la encarnación del espíritu, primero del pueblo, luego del mundo, como realización histórica del absoluto.
Marx transforma el Idealismo Dialéctico de Hegel en el Materialismo Dialéctico, plasmada en su obra cumbre «El Capital».
En 1831 Hegel muere a causa del cólera.