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Filosofía Occidental

Publicado por Malena

La filosofía occidental ha provocado, un hombre fragmentado.

Filosofía Occidental

La filosofía de occidente nace en Grecia con los filósofos griegos, con el paso del mito al logos, en la búsqueda del principio único de todas las cosas.

Estos principios, aunque para cada uno de ellos era diferente, coincidían en la existencia de un origen último.

No se trata de elementos de la ciencia física, dado que carecían de datos suficientes como para apoyar sus afirmaciones sino de una intuición de la unidad universal.

El pensamiento de los filósofos griegos trasciende las hipótesis científicas llegando a formular una doctrina metafísica, de que todo proviene de una unidad.

Se dejan atrás muchos siglos de creencias y supersticiones y se inicia una etapa de observación de la naturaleza, y del hombre como parte de ella.

La filosofía cosmológica de los primeros filósofos griegos lleva más adelante al problema del conocimiento.

Observan que lo único posible de ser conocido es lo que no cambia, por lo tanto Parménides comienza identificando el Ser con el pensar, considerando la realidad ilusoria.

Posteriormente, Platón afirma que lo único real son las ideas, mientras la realidad es sólo las sombras de lo verdadero.

La Edad Media, es una etapa de predominio religioso cuyo fundamento filosófico descansa en el dogma de la fe con un pensamiento metafísico trascendente y en el dualismo platónico.

El Empirismo inglés surge con el desarrollo de las ciencias naturales y la revolución industrial y propone que la fuente del conocimiento es la experiencia. El hombre sólo puede conocer con la experiencia sensible, o sea, la sensación y la reflexión.

Las ideas simples son copias de las sensaciones y las complejas, una asociación de ellas.

El Empirismo se convierte en un paso importante para el desarrollo de la ciencia moderna.

Kant, es el filósofo que realiza la síntesis entre el Empirismo y el Racionalismo y que lo introduce en el mundo filosófico del continente europeo.

Su doctrina sostiene que las proposiciones de la matemática y la física son “sintéticas a priori”, en el sentido de que se refieren a objetos de experiencia posible (sintéticos), pero que son al mismo tiempo conocidos antes de la experiencia (a priori), lo cual hace que tales proposiciones sean también necesariamente verdaderas además de aparentemente verdaderas.

La matemática es sintética y a priori, porque trata del espacio y el tiempo, que son formas de la sensibilidad humana que condicionan todo lo que es aprehendido a través de los sentidos. De la misma forma es la física, porque en su ordenación de la experiencia utiliza conceptos cuya función es prescribir la forma general que la experiencia sensible debe adoptar.

Como se puede apreciar, la posibilidad del conocimiento para la filosofía occidental, desde un comienzo, es el pensamiento racional y Kant se convierte en el filósofo moderno, que construye las bases del conocimiento científico actual, que se fundamenta en la experiencia objetiva, comprobable en un laboratorio, en condiciones controladas, y en una teoría o fórmula matemática basada en la razón.

Para Kant el conocimiento metafísico no puede cumplir con los requisitos que exige la ciencia que son la experiencia sensible y la razón pura, y propone que sólo la conciencia moral, que trasciende los límites del conocimiento, es la que nos puede permitir el acceso a la realidad metafísica.

El materialismo es una consecuencia de una cosmovisión desprovista de espiritualidad, basada en el consumo, la polaridad inevitable de los roles y la ambición por el poder, marcando un punto de vista utilitario y práctico de la vida que deja de lado los valores morales y donde el Ser es el tener.

El hombre de occidente está fragmentado, porque decide ser lo que tiene, centrándose en la obtención de bienes.

Se transforma así en la suma de todos sus roles en una sociedad alienada que lo conduce a adoptar una identidad desintegrada en la búsqueda de la apariencia y en la pérdida de la coherencia.

Elige la vida artificial, profundizando aún más el abismo entre él y la naturaleza y no tiene reparos en comprometer su propia supervivencia en su afán por crear un mundo de seres aislados y cómodos, olvidando el significado humano escencialmente emocional de la vida, que se manifiesta solamente en su relación con el otro.