Métodos de la Filosofía Occidental
Ante todo, para ser un filósofo es necesario tener una previa disposición de ánimo, o sea poseer un espíritu de curiosidad e inocencia, tener capacidad de asombro y de admiración, sentir el misterio del mundo que otros no perciben y la necesidad de cuestionarse.
Otra de las exigencias es el rigor metódico, la exactitud, la racionalidad y la intelectualidad en el pensar.
Esta rigurosidad evitará la influencia del conocimiento arraigado por tradición popular y de las generalizaciones de la ciencia, porque la filosofía es una disciplina que tiene un propósito y un método diferente para llegar al conocimiento.
La ciencia estudia un objeto en particular y la filosofía se ocupa de los objetos en general.
Sócrates (-470-399) es el primer filósofo que habla de un método para filosofar, la mayéutica, que consiste en preguntar, indagar, interrogar a la gente a su alrededor sobre la definición de las cosas, a aquellos que supuestamente deberían saber y también a los que no saben si saben.
Esas definiciones que se obtienen a fuerza de interrogar a unos y a otros terminan mejorándose hasta quedar reducidas a la que resulta ser la más ajustada y precisa y que ya no admite más críticas, aunque sin llegar nunca a la perfección.
Platón (-428-347) discípulo de Sócrates, va un poco más lejos que Sócrates y utiliza como método la dialéctica o el diálogo, que consta de dos etapas, la intuición de la idea y el esfuerzo crítico.
Tanto Sócrates como Platón intentan alcanzar las reminiscencias, o sea el recuerdo de las esencias intelectuales trascendentes que el hombre ha olvidado.
Aristóteles (-384-322), reduce el razonamiento de Platón a leyes universales, dando estructura y forma definitiva a la lógica actual. Por lo tanto, su método es la lógica, mediante las leyes del razonamiento y la teoría de la inferencia que dice que a partir de una proposición general y mediante otra proposición general, se logra una proposición particular.
Su filosofía consiste en demostrar la prueba de las afirmaciones y si éstas no están probadas no se consideran verdaderas.
Los filósofos escolásticos, en la Edad Media, principalmente Santo Tomás de Aquino, aplican las leyes de la lógica con gran rigor, tanto el razonamiento discursivo como la dialéctica, que da lugar a la confrontación de opiniones entre filósofos o al diálogo del filósofo consigo mismo.
El método de Descartes (1596-1650), es la duda, lo único indudable es el pensamiento, porque los objetos externos, son confusos y requieren un análisis para hallar las ideas claras y distintas.
La verdad para Platón es trascendente, de un mundo distinto; para Descartes, la verdad es inmanente, forma parte del mismo mundo.
Después de Descartes, la intuición sigue siendo, de una manera u otra, según la doctrina filosófica, el método de la filosofía.
Para los filósofos románticos alemanes, como Fichte, Schelling, Hegel, Krause, Hartmann, Shopenhauer, el método esencial de la filosofía es la intuición intelectual, términos que parecen referirse a dos cosas distintas.
La intuición intelectual se refiere por un lado a descubrir la verdad inmanente, las esencias racionales detrás del mundo de las apariencias y por otro mediante la construcción a priori, antes de la experiencia, de los conceptos lógicos de la estructura de todo el universo.
Todos estos filósofos fueron influenciados por el pensamiento de Kant y su distinción entre el mundo fenoménico y el de las cosas en si mismas independiente de los fenómenos.
Esta distinción, entre la realidad independiente de mi y la realidad de las apariencias, lo lleva a considerar que las cosas del mundo sensible son la manifestación en el espacio y el tiempo de algo desconocido y misterioso que está fuera del espacio y del tiempo.
Una vez que el hombre pueda captar esa visión del espíritu, o sea lo absoluto, podrá captar intuitivamente las cosas concretas del mundo fenoménico tal cual son.
La filosofía de Kant tiene un aspecto místico, uno que consiste en penetrar en lo absoluto y otro que se refiere a la explicación de lo absoluto.
Fuente: «Lecciones Preliminares de Filosofía», Manuel García Morente