Filosofía

Música y ética

Publicado por Ruben Avila

música y éticaLa voz griega musike es una abreviación de musike techne que significa el arte musical, abarcando tanto la teoría como la práctica de la música. Integraba no sólo la habilidad de interpretación sino el acto mismo de hacerlo. Así, según Sexto Empírico, en la antigüedad la música tenía un triple significado:

Como se puede comprobar, para los antiguos griegos el de música era un término polisémico que incluía no sólo la ciencia y la habilidad musical, sino que incluía la corrección de cualquier obra, sea pictórica o poética. Si bien es cierto que esta última acepción comenzaba a estar en desuso.

En cualquier caso, la ciencia de la música de los antiguos griegos estaba relativamente desarrollada, además, también abarcaba fundamentos matemáticos y ópticos. Así, podríamos dividirla en una parte teórica, con bases científicas (aritmética y física) y técnicas (armonía, ritmo, métrica), y otra práctica, con una función educativa y productiva (tanto danza, poesía como música propiamente dicha).

La concepción pitagórico-platónica vs la sofista

En la concepción griega de la música la influencia tanto de los pitagóricos como de Platón era más que evidente. Influencia que derivaba en dos rasgos fundamentales. Por un lado, se consideraba a la música desde un punto de vista matemático, se creía que la armonía era una cuestión de número y proporción. Así, en palabras de Plutarco:

Era, digamos una cuestión racional.

Sin embargo, por otra parte, los pitagóricos iniciaron la concepción ética de la música. Es decir, que no se debía considerar como una mera diversión sino como con un poder para forjar nuestro carácter. De hecho, creían que tanto el ritmo como la tonalidad influían en la voluntad del hombre y, por tanto, en su actitud moral.

Este camino iniciado por Pitágoras y sus seguidores fue desarrollado por Platón, que insistió en él y en su República dedicó un apartado al tipo de música que debía ser permitida y a cuál no. Se decantó por la militar, que potenciaba la valentía de los que la oían, desechando la mayoría de las de otro tipo por ser corruptoras del espíritu.

Sin embargo, también existía una corriente de pensamiento que negaba la mayor y defendía que la única función de la música era la de proporcionar placer, y que todo lo demás eran zarandajas. Naturalmente, esta postura era defendida principalmente por los sofistas, ¿quién si no? Los enemigos acérrimos de Sócrates y de su discípulo, Platón.

En cualquier caso, y a pesar de que la visión pitagórico-platónica era más popular que la sofista, ambas corrientes de pensamiento fueron recogidas por el mundo helenístico. En esta época, también, al margen de corrientes metafísicas y éticas, se llevaron a cabo estudios meramente científicos respecto a la música.

Imagen: blog.bne.es