Filosofía

Los objetivos del arte

Publicado por Ruben Avila

objetivos del artePlatón, dentro de las artes que producen imágenes, distinguió entre las que son “imitaciones” y las que son “ilusiones”. Las primeras tratan de ser fieles al objeto o a la persona de la naturaleza, de la realidad, que representan, mientras que las segundas transforman los colores y las proporciones al gusto del artista. De hecho, aseguro que «los artesanos hoy dan a sus imágenes no las proporciones que existen en la realidad, sino las que van a parecer bellas». Respecto a la pintura ilusionista aseguraba que era hechizante, un engaño, al igual que Gorgias, pero mientras que este último veía en la magia de la pintura un triunfo, para Platón era algo negativo, un defecto.

Precisamente la opinión final de Platón respecto al arte fue tan negativa por esta consideración, no por ser representativa, por imitar la naturaleza, sino por esta suerte de ilusionismo, que tergiversaba la realidad. Sin embargo, para el filósofo ateniente esta característica no era esencial en el arte. Es más, según su parecer, podrá cumplir su función, su objetivo, cuando se libere de ella.

Los objetivos del arte

1. El mayor objetivo que concedía Platón al arte era su utilidad, pero desde un punto de vista moral. Para él, de hecho, esta clase de utilidad era la única que debía importar al ser humano, además de ser la única auténtica. Encontraba en ella un medio para forjar el carácter, para adecuarlo a lo que debe ser.

Aquí comprobamos los ecos de Sócrates, cuando definía la belleza desde un punto de vista utilitario, aunque Platón se refiera al arte y no a la belleza. Sin embargo, este último, al contrario que su maestro, considero que el arte debía tomar un papel preponderante en la construcción del Estado ideal, perfecto. Así como para forjar las condiciones, buenas y duraderas, de sus habitantes.

Sin embargo, esta función no podrá ser desarrollada por el arte si se aparta de las leyes que gobiernan el mundo. Así, debe crear de acuerdo con las leyes universales, de lo contrario será falsario, una mentira y, por tanto, mal arte.

2. Siendo así las cosas, descubrimos que el segundo objetivo del arte, intrincado con el anterior, es ser veraz. Debe ser «oportuno, acertado, conveniente, sin desviaciones hacia los extremos». De lo contrario errará gravemente.

Partiendo de las tesis pitagóricas, Platón aseguró que solamente cálculo y medida enseñarán al arte el camino correcto, le permitirán ser justo y acorde con las leyes de la naturaleza. Un claro ejemplo de esta clase de arte es la arquitectura, que para él, cumple su función de una mejor manera que las otras.

El equilibrio del arte, cuando es veraz, tiene que ver con una cierta disposición concreta, y adecuada, de los elementos que componen una obra artística, así como en la estructura interna, que tenga «principio, mitad y fin». De manera que se parezca al organismo vivo que representa.

Así que estos son los dos objetivos centrales y únicos para Platón: «la justedad», que esté de acuerdo con las leyes que rigen el universo, y la «utilidad», desde un punto moral, de forja del carácter.

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