El arte es universal
Aristóteles consideraba tres criterios para analizar una obra de arte, el lógico, el ético y el artístico. Según cada uno de ellos, atendiendo a la moralidad o no, a la veracidad o no, a la racionalidad o no, etc., de una obra artística, podremos decir de ella si es buena o mala, si cumple su objetivo o si yerra.
Pero los elementos de la tríada no se encuentran en una situación de igualdad, ya que para Aristóteles los criterios artísticos se tendrían que considerar algo así como primus inter pares, cuando menos en relación con los criterios lógicos, de verdad. Ésta habría que entenderla como relativa, según sea capaz de atender al objetivo de la obra de arte en cuestión. Ya decíamos en un artículo anterior que para el filósofo estagirita era un error representar lo imposible, pero que era un error justificado y que es mejor no cometer errores lógicos en una obra poética pero solamente si esto es posible. Es decir, no es un mandato de obligado cumplimiento, sino que es un criterio que debe adecuarse a criterios de mayor importancia.
El arte es universal
Según los criterios aristotélicos, como hemos visto, el arte es bastante autónomo, ya que debe regirse, entre otros, por sus propios criterios. Pero también, o quizás por ello, lo entendía como algo universal.
En opinión de Aristóteles el fin del arte debe ser el presentarnos problemas generales, amplios, de una forma que nos convenzan y no sólo limitarse a mostrarnos la interpretación particular que tenga el artista respecto a cierto asunto. Es decir, nos tiene que hablar de la muerte, del miedo al futuro o del amor, pero no desde el pequeño ámbito que puede abarcar el mundo del artista. Al contrario, éste debe expandir su mirada hasta poder hablar de manera universalizante, que hable tanto de mis miedos como de los suyos como los de todos los demás.
En este aspecto, Aristóteles coincidía con su maestro, Platón, que también consideraba que el arte debía ser universal. Sin embargo, a diferencia de aquél, para el ateniense no era capaz de cumplir su objetivo. Debía serlo, sí, pero no lo conseguía. Así que, finalmente, presentaba una interpretación personal de cosas concretas.
Llevada la teoría a un debate actual tendríamos que plantearnos las mismas cuestiones, porque todavía no han sido respondidas. ¿Es cierto que el artista debe trascender a sí mismo o nos tiene mostrar su mundo interior, sea éste el que sea?
Los pensadores griegos parece que tenían muy clara la respuesta, pero no estoy convencido de que en la actualidad podamos responder lo mismo. Los criterios evaluativos artísticos han adquirido un mayor peso y esto, probablemente, ha traído consigo que la verdad o la moral pasen a un segundo plano, siendo la mirada del artista lo primordial… O, quizás, a pesar de esta independencia lograda, las tesis aristotélicas siguen plenamente vigente.
Finalmente, para Aristóteles a pesar de que ciencia y arte eran distintos por sus objetivos coincidían ambos en su carácter universal. Y por eso mismo, por su esencia universalizante, al igual que la ciencia, debe y puede regirse por reglas.
Imagen: mitecitoconleche-expresiones.blogspot.com.es