Maximín
La teoría de juegos es un ámbito de la matemática aplicada cuyo método es la utilización de modelos con el fin de analizar las interacciones que se producen en «estructuras formalizadas de incentivos» (que es lo que llamamos juegos) para realizar los procesos de decisión. Aunque originariamente se creó para utilizarse en el campo de la economía, en la actualidad es una herramienta muy común entre otras disciplinas, entre las que se encuentra la filosofía. Por eso nos vamos a centrar en dos, muy extendidos en filosofía moral.
La estrategia maximín
Los que nos sigan recordarán que Rawls, en su teoría, estableció que el comportamiento de los contratantes se regía por la estrategia maximín. En su momento explicamos someramente qué significaba esto, pero en el presente artículo vamos a entrar más en detalle, lo que nos ayudará a entender mejor qué supone esta estrategia a la vez que la propia teoría rawlsiana.
Ahora imaginemos un juego de cartas en el que los que participan pueden elegir entre tres variantes para ganar un premio, que supondremos que son 10 monedas. Para facilitar el ejemplo, estableceremos que solamente hay dos participantes (1 y 2), con tres cartas cada uno (a, b y c). Dependiendo de la carta que utilicen, ganarán una cantidad diferente. Para comprenderlo mejor, fijémonos en la siguiente tabla:
Asumiendo el rol del segundo jugador (lo que está en negrita), y teniendo en cuenta que desconoce y que no puede hacer ningún cálculo aproximado de la carta que sacará su contrincante, la estrategia maximín es la que le permitirá al jugador 2 perder menos. En el ejemplo que hemos utilizado, es la representada por la carta “B”. Veamos:
Si optase por la A, podría llegar a ganar hasta 9 monedas, si el jugador 1 juega su carta “B”, pero también corre el riesgo de ganar solamente 2 o 3 (con las otras dos opciones). Por otra parte, si se decantase por la C sus ganancias podrían ser de 7 e incluso de 9 pero arriesgándose a quedarse con tan sólo 2 monedas. Sin embargo al elegir la carta B, se garantizará un mínimo de 4 monedas, el doble que con las otras dos opciones.
Es decir, la estrategia maximín nos sitúa en el peor escenario posible, para poder elegir, dentro de éste, la mejor opción posible. Es una opción conservadora, miedosa si se quiere, pero es la que según Rawls elegiríamos si desconociéramos los datos relevantes que nos permiten calcular nuestras opciones y, sobre todo, nos estamos jugando tanto como para que la pérdida fuera un desastre.
En este sentido entran en juego otros aspectos como la sensación de euforia que sienten muchos jugadores, y que les llevan a jugar todo lo que tienen (y muchas veces a perderlo), contradiciendo los postulado rawlsianos, pero esto es tema de otro artículo. Como también lo es el siguiente “juego” del que os hablaremos, el conocido como dilema del prisionero.
Imagen: investigoperaciones-ingindustrial.blogspot.com.es