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Los estados nacionales

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Los estados nacionales figuran entre los mayores atentados contra las libertades individuales jamás fraguado por el poder en contra de las personas. Esta idea que hoy nos parece tan natural no debió serlo hace más de 500 años, cuando España, Francia, Portugal y Gran Bretaña unificaron sus territorios convirtiéndose en estados nacionales. Obviamente, tras 500 años de historia, nuestros actuales estados nacionales no se parecían a esos primeros, no obstante tanto los actuales como los pasados tienen los mismos problemas. A continuación expondremos estos, no sin antes dedicarle algunas palabras a sus orígenes.

Los estados nacionales

Este es Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno de España. El estado nación es lo que posibilita que pueda ejercer el poder con mano de hierro y sin inteligencia.

1. El origen de los estados nacionales

El nacimiento de los estados nacionales está íntimamente relacionado con el auge de la burguesía, la cual a través del pago de impuestos consiguieron fortalecer a los reyes. En efecto, con el dinero de los impuestos los monarcas de las naciones que hemos mencionado consiguieron hacerse con un ejército regular, con el cual impusieron su poder sobre los feudos y pequeños reinos que formaban los territorios a los que decidieron llamar «su reino». A la burguesía, por su parte, le convenía apoyar a la monarquía, en la medida en que competían con la nobleza.

Además del ejército, los monarcas también contaron con dinero para costearse un cuerpo de funcionarios, los cuales se repartían por todo el territorio al que denominaron «su reino». Se pasó del feudalismo a la monarquía autoritaria y, de esta, a la monarquía absoluta.

De este modo, primero en los cuatro países mencionados arriba y después en el resto, el poder de los reyes fue creciendo y centralizándose.

2. Los problemas de los estados nacionales

Los estados nacionales son, como se ha dicho, una atentado directo contra las libertades individuales. Hay buenas razones para afirmar esto.

En primer lugar, los estados nacionales tienen su base en la fuerza militar. En la actualidad también en la fuerza policial. De hecho, una de las principales funciones del ejército y de la policía es defender las instituciones del estado de los ciudadanos mismos. Al menos así era en su origen.

En segundo lugar, los estados nacionales implican que el poder centralizado está físicamente en una ciudad que forma parte del estado en cuestión, la capital. La inmensa mayoría de los ciudadanos, por otra parte, están alejados del centro de poder. En este contexto, los individuos tienen menor posibilidad de ejercer su poder que de otro modo. En otras palabras, poder lanzarle huevos a los gobernantes es una forma en la que los ciudadanos podemos ejercer el poder. El estado nación impide, en este caso, el libre ejercicio del poder por parte de la ciudadanía.

En tercer lugar, en el estado nacional se gobierna a distancia, sin saber a quién ni sobre qué. Si mañana ordenan en la capital de nuestro país que todas las casas han de ser pintadas de amarillo y los tejados en verde, todos tendremos que hacerlo, so pena de vernos obligados a soportar el peso de la ley y el orden.

En cuarto lugar, el mejor sistema de gobierno en el estado nación es la democracia representativa, la cual es democrática solo en un sentido derivado y metafórico. En efecto, democracia es el ejercicio del poder efectivo por parte del pueblo. Esto en los estados nacionales es imposible, tanto por la cantidad de habitantes que tienen como por su naturaleza centralizada. En su lugar, en los estados nacionales cuyo sistema de gobierno es la democracia representativa, el poder de los ciudadanos se reduce a elegir a las personas, de las que se hayan propuesto por parte de los partidos políticos, que ejercerán el poder efectivo durante un periodo limitado de tiempo, durante el cual pueden ser honestos o déspotas, según su propia idiosincrasia.

En quinto lugar, en los estados nacionales la corrupción es mucho más común que en otras formas de estado. En la actualidad vemos que para las grandes empresas el hecho de que el poder efectivo sea ejercido por pocas personas, es beneficioso para sus propios negocios. No es raro ver a ex presidentes de distintos países ostentando cargos en la administración de grandes multinacionales o leyes que han sido redactadas en colaboración con grandes empresas. En España tenemos un caso paradigmático a este respecto: la ley que rige las cuantías de las indemnizaciones por accidentes laborales, de tráfico y negligencias médicas fue creada en colaboración con las compañías aseguradoras, que son las que pagan tales indemnizaciones, de ahí que en España estas indemnizaciones sean hasta un 200 % más bajas que en el resto de países de la Unión Europea.

3. Conclusión

Los estados nacionales no se crearon pensando en los individuos, sino en la centralización del poder, de tal modo que su ejercicio fuera más rentable y eficiente. De modo que el ciudadano… Bueno, el ciudadano hoy en día puede votar.