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El fenómeno de la globalización

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Hoy es viernes y por ello vamos a reflexionar acerca del fenómeno de la globalización. Bueno, en realidad no vamos a reflexionar sobre ello porque sea viernes, sino más bien porque es una cuestión de interés filosófico (y antropológico, sociológico, histórico, geográfico, etc.). Nuestro objetivo es elucidar qué es y cómo se entiende este fenómeno.

Cuando se trata de responder qué es la globalización se suelen dar respuestas que apuntan a lo que nos gustaría que fuera, a lo que nos parece que es o a lo que debería ser. La globalización es un proceso histórico por el que los distintos países se vuelven cada vez más interdependientes entre sí, desapareciendo las fronteras naturales y difuminándose, relativamente, las fronteras políticas tradicionales. Comenzó con los primeros procesos de colonización, iniciados por España y Portugal, a finales del siglo XV. A partir de este momento y hasta la segunda mitad del siglo XX, las colonizaciones se sucedieron, sumándose al club de los colonos países como Francia, Alemania, Inglaterra, etc.

el fenómeno de la globalización

En esto se manifiesta la globalización. (Viñeta de El Roto).

Las colonizaciones funcionaban así: los países europeos conquistaban territorios no europeos, los explotaban y expoliaban su riqueza y abrían nuevos mercados. Dado que los países colonizadores se encontraban con una nueva fuente de riqueza y de mano de obra muy barata, sus economías se expandían en consecuencia. A su vez, la forma de vida de la colonia era cambiada, reflejando la de la metrópoli. Y esto generaba una relación de interdependencia entre los distintos países.

Al mismo tiempo, el comercio entre las potencias colonizadoras se expandió enormemente, pues todas tenían recursos estratégicos y productos exóticos procedentes de sus colonias suficientes como para mercadear con las potencias vecinas y malgastarlos en casa. El auge del comercio conlleva una mejora y expansión de las vías de comunicación. Fue el punto y final para las viejas y desgastadas vías romanas que «unían» parte de Europa y una nueva contribución a las relaciones de interdependencia entre los distintos países.

Los intereses de las colonias las llevaron a dos guerras mundiales, a un proceso de descolonización y a una guerra fría que es un eufemismo de «guerreamos en casa de otro», siendo «otro» una colonia luchando por su independencia o recién independizada y el nosotros de «guerreamos» EE.UU y la U.R.S.S. Y esto nos lleva a la situación actual: la descolonización supuso una quiebra económica y una crisis política para las colonias, cuya forma de vida se había europeizado. Se habían vuelto institucional, política y tecnológicamente dependientes de sus metrópolis. Pronto se volverían dependientes de la banca internacional, lo que ha supuesto una ruina generalizada. Por su parte, la caída de la U.R.S.S. supuso el auge del capitalismo como modelo económico único y dominante a nivel global.

La contribución de Internet a este proceso es incuestionable. No solo porque sea posible ver una película estadounidense doblada al coreano y subtitulada al español, sino porque las transacciones comerciales han cambiado drásticamente, permitiendo a los agentes participar en prácticamente todos los mercados desde cualquier lugar del mundo.

Así, de un proceso de colonización iniciado para satisfacer las soberanas idioteces de cuatro reyezuelos medio psicópatas, se va convirtiendo en un modo de enriquecer a la burguesía, a la que hoy llamamos en tono genérico e impersonal «los mercados». De tal modo que en la actualidad la globalización se ha convertido en un proceso por el que el mundo se está convirtiendo en un enorme centro comercial, con mares y océanos en lugar de estanques y fuentes, en combinación con una zona industrial, situada en los países más pobres, en los que la mano de obra suele salir muy barata. Y si hace falta aumentar la mano de obra barata, se empobrecen algunos países. Por su parte, los estados tienden a convertirse en enormes empresas de seguridad, costeadas por todos los ciudadanos del mundo y destinadas salvaguardar el centro comercial y la zona industrial.