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El Pragmatismo

Publicado por Malena

pragmatismo

El pragmatismo es en el fondo también una forma de escepticismo, como lo son el subjetivismo y el relativismo.

Aunque el pragmatismo tiene algo positivo, no termina siendo una negación de la verdad entre el pensamiento y el ser.

Propone un nuevo concepto de la verdad, lo verdadero es lo más útil, lo más valioso y motivador de la vida.

Parte de la base de que el hombre es un ser práctico al servicio de su acción y de su voluntad antes que un ser teórico o pensante y que su facultad intelectual no es para conocer la verdad o investigar sino para orientarse en la realidad.

El sentido verdadero del conocimiento humano es su destino práctico, o sea utilizar su pensamiento al servicio de los fines prácticos útiles y provechosos.

El juicio del hombre es verdadero cuando es útil para la vida humana y principalmente para la sociedad.

El primer filósofo con esta cosmovisión fue el norteamericano Williams James (1842-1910); quien denomina “pragmatismo” a esta corriente filosófica.

Otro importante representante es el filósofo pragmático inglés Ferdinand Schiller (1864-1937) quien le asigna el nombre de “humanismo”.

En Alemania Friedrich Nietzsche (1844-1910) es también adepto a esta doctrina a partir de una concepción naturalista y voluntarista del hombre.

Nietzsche afirma que la verdad designa la utilidad para conservar la vida y servir a la voluntad de poder.

También Hans Vaihinger (1852-1933) con su filosofía del “como si”, se incorpora al pragmatismo apropiándose de las ideas de Nietzsche.

También para Vaihinger, el hombre es un ser activo con un intelecto dado para obrar y no para conocer la verdad.

La verdad no es necesaria ya que los supuestos falsos pueden ser útiles y vitales porque el intelecto por lo general funciona con preferencia con representaciones falsas y la verdad es el error más útil.

Otro defensor del pragmatismo es Georg Simmel (1858-1918), filósofo y sociólogo alemán destacado por su filosofía del dinero, que considera verdaderas todas las representaciones que resultan ser las más adecuadas y útiles.

Tanto Nietzsche como Vaihinger mantienen la diferencia entre lo verdadero y lo útil y conservan el concepto de verdad en lo que se refiere a la concordancia entre el pensamiento y el ser, aunque según sus puntos de vista nunca se alcance esta concordancia.

Para estos filósofos no existe ningún juicio verdadero porque el intelecto sólo trabaja con representaciones conscientes y falsas. En este sentido esta postura se identifica con el escepticismo.

Para Vaihinger todo el conocimiento es falso, una ficción, y esa es la única tesis verdadera.

El pragmatismo desconoce la dimensión lógica y la autonomía del pensamiento humano, pero reconoce la estrecha conexión entre el pensamiento y el conocimiento insertos en toda la vida psíquica.

La experiencia humana y la historia revelan hasta qué punto se piensa que decir la verdad no es útil, porque puede causar más daño que la falsedad.

Por ejemplo, durante la segunda guerra mundial creían que era un deber por parte de ambos bandos ocultar la verdad sobre los acontecimientos, porque temían que tuviera efectos nocivos para la población.

Aún hoy en día los gobiernos ocultan mucha información que consideran inconveniente hacerla pública y en su lugar brindan datos falsos.

Fuente: «Teoría del Conocimiento», J.Hessen, Editorial Losada S.A., 1956