Filosofía

Tiempo

Publicado por Malena

En la antigüedad, el tiempo según el modo de pensar hebreo, es un concepto temporal; en tanto que los griegos destacan el ser y lo conciben principalmente como intemporal.

Los hebreos primariamente tienen una idea del tiempo en función del futuro, mientras los griegos lo conciben primariamente en función del presente.

Para los filósofos griegos el tiempo es una forma de presencia. Algunos estiman que pertenece a la realidad fenoménica presente, que no es la presencia que está siempre presente y que por eso es; la realidad fenoménica siempre se está yendo y por eso deviene.

Platón, en el Timeo, nos dice que el tiempo es la imagen móvil de la eternidad, pero no termina de desarrollar esa idea y lo reduce a lo intemporal.

Para Aristóteles, el tiempo se relaciona con el movimiento. Medimos el tiempo por el movimiento y el movimiento por el tiempo.

Las teorías antiguas y también las modernas sobre el tiempo se dividen en dos grandes grupos:

Absolutistas: el tiempo es una realidad completa en sí misma y

Relacionistas: el tiempo es una relación.

Aristóteles adopta esta última pero gran parte de los filósofos combina las dos posiciones, principalmente Plotino que se queda con la idea de que el alma o la conciencia es la que mide el tiempo porque es algo real en el alma.

Plotino apoya la tesis de Platón de que el tiempo es imagen móvil de la eternidad, que se encuentra en el alma y que se puede concebir como la vida del alma. El alma vive en el tiempo hasta que se recoge en lo inteligible.

San Agustín formula la primera concepción cristiana del tiempo que para él es una paradoja, porque es un ahora que no se puede detener, ya que si se detuviera no abría tiempo.

El tiempo no tiene dimensión porque se desvanece. El alma es la verdadera medida del tiempo; el pasado es el recuerdo, el futuro lo que se espera y el presente es atención.

En la Edad Media, la preocupación es el problema teológico del tiempo en relación con la eternidad. Dans Escoto sostiene que el movimiento está fuera del alma pero que la medida del movimiento proviene del alma.

En la época moderna continuaron los problemas teológicos, físicos y psicológicos relacionados al tiempo.

En relación con las cosas, con los fenómenos naturales, etc., el tiempo se puede concebir de tres maneras:

Como una realidad absoluta

Como una relación, un orden y

Como una propiedad (la duración)

Newton es el representante más importante de la concepción absoluta.

Leibniz ilustró en forma ejemplar la concepción del tiempo como una relación.

Tanto Newton como Leibniz consideran que el tiempo es continuo, homogéneo, ilimitado, de una sola dirección y dimensión.

Para Newton, el tiempo no se relaciona con nada externo y lo denomina duración, o sea que es independiente de las cosas que cambian, porque el tiempo no cambia.

Los cambios de las cosas son en relación al tiempo; pero el tiempo es lo mismo que el espacio, es indiferente a las cosas y a sus cambios.

Para Leibniz el tiempo es el orden universal de los cambios si no se tienen en cuenta las clases particulares de cambio. El espacio es un orden de coexistencias, el tiempo un orden de sucesiones.

Para Kant, el tiempo es una condición de los fenómenos, una representación necesaria que subyace en todas nuestras intuiciones. El tiempo es una forma de intuición “a priori”; no es subjetivo, ni convencional ni arbitrario, no es una cosa en sí, no es real.

El tiempo ejerce una función sintética en los juicios, que se basan en categorías y que se aplican a la experiencia por medio de los esquemas; y el esquema es posible por medio del tiempo.

En Hegel el tiempo es sólo el Espíritu que se despliega en sí mismo y que es eterno, porque la temporalidad es la idea.

Para Heidegger, el tiempo es el horizonte trascendental de la pregunta por el ser. La temporalidad del ser del hombre se revela ante la muerte y el cuidado o preocupación por su propia posibilidad de ser.

Fuente: “Diccionario abreviado de Filosofía”; José Ferrater Mora.