La Finitud o Infinitud del Tiempo
Desde hace siglos el hombre se pregunta si el tiempo alguna vez terminará y la respuesta científica a este interrogante parece ser si y no, porque ambas respuestas constituyen una paradoja.
El fin del tiempo significaría una singularidad en el universo, algo que según la teoría de la relatividad de Einstein no es posible, si se considera que las leyes que gobiernan el universo son inmutables.
La vida de una persona nos demuestra que todo cambia, se transforma, pero que nunca termina siendo nada, porque la nada es inconcebible, ya que el universo es materia y energía, o sea que siempre hay algo y hasta en el espacio aparentemente vacío se cree que existe una energía que aún no se ha podido detectar, la materia oscura, pero que se supone debe existir para mantener el equilibrio gravitatorio.
La existencia muestra que el tiempo es un proceso constante y que el universo se crea y recrea en forma continua. En este sentido, la teoría del Big Bang sostiene que el universo comenzó con una gran explosión hace unos 13.8 mil millones de años, y desde entonces ha estado en constante expansión. Pero, ¿qué había antes del Big Bang? ¿Existía el tiempo antes de este evento? Según la teoría de la relatividad, el tiempo y el espacio comenzaron en el Big Bang y no existían antes. Sin embargo, otras teorías como la de la gravedad cuántica de bucles sugieren que el Big Bang no fue el comienzo, sino que podría haber habido un universo anterior al nuestro.
El tiempo es un concepto humano, porque no es absoluto sino relativo al espacio; de manera que si no hay tiempo tampoco hay espacio.
Para la teoría de la relatividad general de Einstein, el tiempo podría acabar de distintas formas:
1) La expansión de la materia debido al impulso de la explosión inicial se detendría lentamente y el universo colapsaría volviendo a su estado inicial;
2) el universo se expande en forma indefinida y se va enfriando hasta producirse la muerte térmica;
3) el universo se desgarra si la energía oscura no fuese constante y aumentase con el tiempo;
4) la energía oscura invade el universo y todo quedaría estancado y congelado;
5) la energía oscura retarda la expansión y termina frenando súbitamente la expansión del universo;
6) si ocurrieran singularidades repentinas.
Pero si el tiempo termina, las leyes físicas que conocemos no funcionarían y entonces existirían otras que aún no conocemos; si en cambio no termina nunca quiere decir que las leyes de la física son universales.
Aunque es cierto que dentro de los agujeros negros las leyes de la física que conocemos tampoco funcionan. Los agujeros negros, de hecho, presentan una singularidad en su centro donde las leyes de la física tal como las conocemos dejan de ser válidas. ¿Podría esto sugerir que existen otras leyes aún por descubrir que podrían explicar la naturaleza del tiempo en estas condiciones extremas?
Antes de Einstein, los filósofos antiguos también se cuestionaban la finitud o infinitud del tiempo.
Para Aristóteles, el tiempo no tiene ni principio ni fin, ya que concebir un final ya supone la existencia de un tiempo y esto desafía el razonamiento lógico.
Para Kant, la cuestión de la finitud o infinitud del tiempo es una contradicción entre dos principios que pueden ser igualmente válidos.
Para la teoría cuántica el tiempo no necesariamente tiene que terminar. Una teoría cuántica de la gravedad podría incorporar un concepto fundamental de la mecánica cuántica: la naturaleza ondulatoria de la materia; que solucionaría las singularidades de la teoría clásica de la relatividad.
En cuanto a la teoría de cuerdas es otro razonamiento que no elimina las singularidades por lo que también puede considerar la infinitud del tiempo.
Existen posturas que sostienen que el tiempo es eterno en ambas direcciones, o sea sin principio ni fin.
Otras posturas ven un paralelismo entre los límites del tiempo y los límites de la vida, o sea la creencia que haya emergido de algo anterior eterno, con la capacidad de ordenarse a si mismo del mismo modo; tal como viene un ser humano al mundo, es decir universos que nacen de otros universos.
La teoría de los universos múltiples podría sostener esta postura; universos que se desprenden de otros y que éstos a su vez generan otros en forma constante e infinita, como sucede con la reproducción natural de la vida.
Mientras siguen las elucubraciones, sobre si el tiempo sigue indefinidamente o si alguna vez tendrá un final, los mortales no podemos imaginarnos el final del tiempo, ya que también sería el final del espacio y de todo lo que conocemos, inclusive nosotros mismos; porque el tiempo y el espacio son relativos.
Por ahora nos toca seguir viviendo con la incógnita, intentando ganarle la carrera al tiempo.
Fuente: Investigación y Ciencia, Edición española de Scientific American, «¿Puede terminar el tiempo?»; George Musser, Noviembre 2010.