Humpty Dumpty
Humpty Dumpty es el nombre de un personaje re-creado por Lewis Carroll. Es uno de los personajes con los que se encuentra y dialoga Alicia en las dos novelas sobre las aventuras de Alicia escritas por Carroll: Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo y lo que Alicia encontró allí. No obstante, su origen es anterior a la obra de Carroll. En efecto, aparecía en un acertijo de 1810. En él no se mencionaba su aspecto. Sería Lewis Carroll quien le daría forma de huevo y lo convertiría en un lógico matemático a la altura del propio Carroll. En los libros de Carroll suele desempeñar un doble papel, por una parte se denuncia o se pone de manifiesto algún problema relacionado con la lógica o con el lenguaje, por otro, hace la función de un personaje secundario que se dedica a discutir con Alicia.
Bien, esto es en líneas generales. En particular nos gustaría comentar uno de los diálogos más citados de la historia, entre Alicia y Humpty Dumpty, en el que se ponen de manifiesto diversas cuestiones en relación al uso de las palabras. En este diálogo, pone Carroll de manifiesto muchas cosas y una de ellas es que quien ostenta el poder, utiliza el lenguaje como le da la gana y según sus propios intereses. Pero no revelemos más y vayamos directamente al diálogo entre Humpty Dumpty y Alicia.
¡Brutal! Humpty Dumpty deja claro que da igual la norma lingüística que haya, independientemente de los intereses particulares de los hablantes, «el que manda», el que ostenta el poder, es el que pone la norma. «El que manda» está por encima de las normas del lenguaje, está por encima de todas las normas y, por supuesto, está por encima de todas las instituciones. De hecho, el estar por encima de una institución como el lenguaje es ya ostentar bastante poder. Lo importante, en este contexto, es «saber quién es el que manda». Podemos extrapolar esto a nuestro contexto actual. Por ejemplo, a inicios de la crisis económica que se inició en 2008, el Presidente del Gobierno de España se negó a utilizar la palabra «crisis». Como él eras el que mandaba, no había crisis, sino una «desaceleración de la economía mundial». Y este es solo un ejemplo. El actual Gobierno español llamó «regularización de rentas y activos» a una amnistía fiscal que habían llevado a cabo para los grandes defraudadores, quienes habían evadido capitales.