Teoría Matemática de la Vida
El físico teórico inglés Geoffrey West(1940), especializado en sistemas complejos, se dedicó a investigar la complejidad de la vida, dejando de lado el estudio de las partículas elementales.
Hoy en día sus métodos resultan eficaces para resolver problemas económicos, de salud y del medio ambiente.
West, lidera el Instituto Santa Fe, en Nuevo México (USA), desde 2005, que se destaca en ciencia multidisciplinaria. Su equipo se ocupa de todos los enigmas que aún desvelan a los científicos, desde los misterios del cosmos hasta los secretos de las células.
Se trata de un método de sistemas complejos, un concepto de la física que West trasladó a las ciencias biológicas y sociales, con pleno éxito.
Su inquietud se remonta a los años noventa, época en que se dedicaba al estudio de las partículas elementales en el Laboratorio Nacional de los Álamos y se sintió impulsado a aplicar métodos cuantitativos para entender la complejidad de la vida.
Su tarea ya ha revelado algunos de los secretos de la evolución, de la dinámica urbana, del envejecimiento y del medio ambiente.
Un sistema complejo se compone de elementos relacionados según reglas simples que interaccionan y producen fenómenos que representan más que la suma de sus elementos y también depende de su ambiente y de su historia.
Por ejemplo, una comunidad es más que el total de sus habitantes, porque su dinámica nace de las relaciones entre ellos.
West está interesado en descubrir el origen y la estructura de la vida, encontrar los principios que le permitan elaborar una teoría matemática de la vida.
Aplicando ideas de la física, como las leyes de la escala, pudo constatar que la naturaleza es económica, ya que cuanto más grande es un cuerpo humano menos energía necesita para mantener los tejidos.
Sus estudios revelaron que los fenómenos biológicos responden a una ley con el exponente ¼, o sea que el cuatro, según sus investigaciones, es el número universal de la vida; y la universalidad y simplicidad de las leyes de los fenómenos más complejos que existen surgen para asegurar el mantenimiento de sus componentes.
Somos un conjunto de sistemas interconectados y las condiciones adversas que obligaron a adaptarse afectaron esas redes y no a sus elementos.
El fenómeno de la vida está controlado por redes y sus propiedades son independientes de los individuos.
Este método se puede aplicar a todo nivel, como por ejemplo, el cáncer, los ecosistemas, las ciudades, etc.
El fenómeno de las ciudades es apasionante. Desde 2007, la mayor parte de los habitantes del planeta vive en ciudades y todos los problemas se originan en ellas; pero la paradoja es que es también en las ciudades donde surgen las soluciones, porque es donde vive la gente más creativa.
Para realizar esta tarea se necesitan científicos de todas las áreas, dispuestos a abarcar un contexto más amplio que su propia disciplina.
Lo más asombroso de este trabajo es descubrir la simplicidad que subyace bajo lo más complejo y llegar a revelar los grandes misterios, como por ejemplo, por qué el lenguaje de la naturaleza es la matemática.
Básicamente todos los seres vivos somos variaciones de lo mismo y la diferencia es una cuestión de escala.
Fuente: Entrevista a Geioffrey B. West, por Esperanza García Molina, Edición No.278, Dic.2008.