Ley de Causa y Efecto
Desde el punto de vista filosófico la causalidad es la relación que se establece entre dos sucesos temporalmente simultáneos o sucesivos cuando el primero (causa) produce el segundo (efecto).
En base a esto se puede deducir que el efecto es previsible de manera unívoca a partir de la causa; sin embargo esta concepción entró en crisis con la física contemporánea.
La causalidad presenta dos formas, una es la de una relación de carácter racional, por ejemplo para Platón: algo es, en virtud de un principio o causa de carácter ideal, o sea la idea es causa de la cosa.
Aristóteles consideró varias especies de causas y señaló la relación existente entre causa y sustancia, es decir, la causa primera es la esencia racional de la sustancia.
La filosofía medieval conservó la concepción antigua de causalidad. Por ejemplo, para Santo Tomás la causa primera es la causa por excelencia.
La ciencia nueva de Galileo y Kepler heredó esta concepción medieval, determinándose como teología (Spinoza) o como mecanicismo (Hobbes)
Descartes propone que sólo el análisis de las causas lleva a una deducción de los efectos, es decir, la razón del efecto está en la causa.
Leibniz afirma que la existencia y sus determinaciones son deducibles “a priori” a partir del conocimiento de la causa.
Fichte la consideró la actividad creadora del yo y Hegel la razón (sustancia causal) en su autodespliegue, de la que las demás son efecto y los científicos del siglo XIX , desde su mecanicismo coincidieron con la posición de Hegel.
La otra forma de la causalidad es la de una relación de carácter probable.
Para Hume se verifica la sucesión de dos fenómenos pero no su nexo causal y Kant nos dice que la causalidad es una condición del pensamiento.
Pero a partir de la teoría cinética de los gases de Maxwell y Boltzmann (probabilidad estadística), de la teoría cuántica de Planck y de la formulación del principio de indeterminación de Heisenberg, la concepción clásica de la causalidad entró en crisis y fue desechada.
Sin embargo, no todo está dicho, porque la teoría del caos sostiene que también el azar tiene una forma de orden y el orden se relaciona con la causa y sus efectos.
La teoría de Mandelbrot y los fractales demuestran que a partir de una fórmula matemática a la que solo se le adiciona una variante en la dirección, produce una figura infinitamente compleja, que ampliada enormemente en la computadora da como resultado infinitas figuras de armonía perfecta en las cuales se reitera en forma permanente la figura inicial. Esta figura se denomina conjunto de Mandelbrot.
Cuento para pensar
Cuento Sufí – La Rosa el Ruiseñor y la Serpiente
El Califa de Abbasid, hizo plantar un hermoso rosal en su jardín, cuyo retoño le había obsequiado el emperador Carlomagno.
La primera rosa debía ser entregada al califa, por lo tanto ni bien floreció el jardinero se dispuso a cortarla. Pero antes, un ruiseñor se abalanzó sobre el rosal y la destrozó.
El califa al enterarse lo tranquilizó diciéndole que en este mundo toda acción es retribuida según el daño o el bien que haya causado, de modo que el ruiseñor recibiría su castigo.
En efecto, poco tiempo después el ruiseñor fue devorado por una serpiente.
El Califa, al saber lo ocurrido le señaló al jardinero que la serpiente también tendría su justa recompensa. Y fue así, porque la serpiente intentó atacar al jardinero mientras trabajaba y éste la mató con el filo de su pala.
Al conocer el fin de la serpiente, el Califa le dijo al jardinero que lo que acababa de hacer recibiría también su justa recompensa. Poco tiempo después el jardinero comete un grave error y el Califa lo condena a muerte.
Entonces el jardinero antes de ser ejecutado le dijo al Califa: – Señor, lo que me está pasando es el castigo por haber matado a la serpiente, pero también tu, matándome a mi, recibirás tu castigo, según lo que me enseñaste, que en este mundo toda acción es retribuida según el daño o el bien que haya causado.
Viendo que los argumentos del jardinero eran razonables el Califa le perdonó la vida