Ramas de la Filosofía
Las ramas de la Filosofía son la Metafísica, la Lógica, la Ética, los Valores, la Ontología y la Gnoseología.
Los nuevos descubrimientos de las ciencias naturales en el siglo XVIII y las nuevas ideas del positivismo, provocaron la separación entre la filosofía y la ciencia.
La filosofía quedó reducida a la Ontología, o teoría del Ser, la Gnoseología, o teoría del conocimiento, la metafísica, o teoría sobre qué es lo que existe, la lógica, o la forma de conocimiento, la ética o moral y los valores.
El tema esencial de la Metafísica consiste en el problema de ¿qué es lo que existe? que en el transcurso de la historia de la filosofía se encuentra en el realismo de Aristóteles, y luego en el idealismo en Kant.
La ontología, que significa teoría del ser, o mejor dicho teoría del ente, estudia lo que todos los entes tienen en común. El ente es aquel que es, aquel que tiene el ser. Puede utilizar el método de análisis dialéctico, como Aristóteles; o tomar como punto de partida la realidad de nuestra propia vida.
Este último método de tomar como punto de vista nuestra existencia real, tiene la ventaja de ponernos en contacto con nuestros problemas en el aqui y ahora.
Observamos que en el mundo en que vivimos existen las cosas materiales y también objetos ideales, como las relaciones abstractas.
Por otro lado tenemos a los valores, que son las cualidades de las cosas, que no por eso valen más.
La realidad de la vida no tolera división entre idealismo y realismo porque nuestra vida es estar en el mundo, por lo tanto si hay vida también hay un mundo.
La ontología tendrá como objetivos decirnos en qué consiste ser cosa, en qué consiste ser objeto ideal, en que consiste ser valor y por último tendrá que decirnos qué es la vida. Y es allí cuando el problema ontológico confluye con el metafísico, al tocar el fundamento más hondo de toda la realidad.
Las cosas son reales en el tiempo, y todas las sucesivas transformaciones que sufren, acontecen en una forma supuestamente inteligible que llamamos causalidad, por lo tanto son reductibles a leyes.
Los objetos psíquicos también son reales, causales y temporales pero no se localizan en el espacio.
Descubrimos que las cosas tienen una esencia y que queremos conocerla.
Desde el punto de vista de la física el mundo físico es un sistema de números, magnitudes y fórmulas matemáticas.
Las esencias no están en el tiempo ni en el espacio, no son una realidad, ni tienen causa, porque son cosas ideales y las relaciones abstractas también.
La idealidad es lo contrario de la causalidad pero están íntimamente relacionadas y las dos Son. En esa conexión está la unidad del Ser, porque la unidad no puede ser de identidad sino de conexión que es lo que permite la diversidad.
Los valores no Son, valen. En el mundo hay cosas mejores o peores, buenas o malas, bellas o feas, etc. No hay cosa alguna ante la cual no adoptemos una posición negativa o positiva. No hay nada que no tenga un valor.
Los juicios de valor no añaden ni quitan nada a la existencia y esencia de una cosa, porque no son los elementos de las cosas, sino sus cualidades, que son irreales.
Los valores son absolutos y no pueden ser relativos, porque son ajenos al tiempo, al espacio y al número. Los hombres pueden intuir o no los valores, y el hecho de que haya una relatividad histórica en el hombre y en sus actos de percepción y de intuición de valores, no autoriza a trasladar esa relatividad histórica del hombre a los valores. El relativo histórico es el hombre no los valores.
Es el hombre el que intuye o no los valores en un momento dado, porque los valores son absolutos, sin tiempo, espacio ni causalidad.