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Giro lingüístico

Publicado por Ruben Avila

giro lingüísticoEl lunes os hablábamos de la concepción heredada, como un movimiento que giraba en torno a la razón y a la búsqueda de la verdad a través del método científico. Si bien, todo hay que decirlo, todos los pensadores que se podrían adscribir a esta corriente de pensamiento no coincidían en su apuesta por el método científico. Y aunque es cierto que era un movimiento muy heterogéneo sí que podemos destacar dos tesis centrales que eran defendidas por la gran mayoría de sus correligionarios y que desembocan en el giro analítico y el giro lingüistico de la filosofía

Primera tesis

La primera, la podríamos sintetizar en la idea de que filosofía y ciencia son cosas distintas, siendo el trabajo de la primera especificar cómo ha de hacerse la ciencia. Así, Nos encontraríamos con que la filosofía es la jueza y legisladora de la ciencia (esta tesis hunde sus raíces en la distinción entre juicios analíticos y sintéticos). Esta concepción nos remite a la vieja idea aristotélica por la que si nos imaginamos el conjunto de saberes como una pirámide, resultaría que la filosofía estaría en la cúspide, de la que dimanarían el resto de saberes.

Sin embargo, a pesar de su afinidad con esta concepción, los autores de la concepción heredada se distanciaban de esta idea, no concebían la filosofía como la madre de todas las ciencias, y al resto como sus esclavas. No podían considerar a la filosofía, en sentido absoluto, como algo superior. Es por ello que sólo les queda un único camino: considerar que la filosofía no es ciencia, que el conocimiento filosófico y el conocimiento científico son cosas diferentes. Es esto precisamente lo que legitimará a la filosofía para hablar del conocimiento científico.

La filosofía analítica

Para los autores de la concepción heredada la filosofía tiene sus propios criterios de validez, que se basan en los enunciados analíticos. Se produce una ruptura conocido como el giro analítico de la filosofía, produciéndose el inicio de la filosofía analítica, cuyo método principal es la disección y análisis de los enunciados. De esta forma se legitima el saber que emana de la filosofía y se evita el riesgo de la circularidad que podría suceder si el conocimiento científico y filosófico no estuviera correctamente diferenciado. De esta manera se concibe a la filosofía como legisladora del conocimiento pero que adquiere su conocimiento desde bases extracientíficas ya que sus fundamentos no son empíricos, son analíticos.

Segunda tesis

La segunda tesis, compartida por la práctica totalidad de los autores de la concepción heredada, expone la idea de que la verdad existe independientemente del lenguaje y la teoría utilizadas. Conocida bajo el nombre de la tesis de la independencia. Esta idea supone que el mundo es de una forma determinada lo describamos como lo describamos. De hecho, nuestra descripción será correcta o incorrecta dependiendo de cómo se adecúe al mundo real.

Los problemas epistemológicos se mezclan con los problemas semánticos y el problema ontológico del realismo se plantea en términos del análisis del lenguaje.

Si antes se producía el giro analítico de la filosofía, con esta concepción se inaugura el papel dominante del lenguaje, lo que produce el giro lingüístico de la filosofía, es decir, se plantean los problemas filosóficos en términos del análisis del lenguaje.

El giro lingüístico de la filosofía se basa fundamentalmente en la idea de que la verdad y falsedad se predica en el lenguaje, pero el hecho de hablar de verdad y falsedad hace que se necesite tener algo que trascienda sobre el lenguaje.

Imagen: epistemofilico.blogspot.com.es