Helenístico Romana
La mayoría de textos estéticos escritos en la época helenística no han llegado hasta nuestros días. Es una pena, una lástima, pero es algo que debemos asumir, aunque nos cueste mucho hacerlo. Bueno, vale, en realidad no veo a nadie tirándose al vacío por ello, no vamos a dramatizar. Sin embargo, como dato positivo, sí que nos han llegado compendios sobre lo que otros decían, así que podemos asegurar que sí tenemos conocimiento más o menos preciso sobre las ideas que existían durante esa época.
Es decir, si bien es cierto que no han llegado hasta nuestros días lo que escribieron sobre pintura y escultura Jenócrates, Antígono, Pasiteles o Varrón, sí que conocemos lo que escribió Plinio sobre los mismos temas, y aquellos fueron las fuentes de este; tampoco nos ha llegado lo que escribió Hérmogenes sobre la arquitectura, pero sí lo que escribió Vitruvio, que se basó en aquél; y aunque desconocemos los tratados estéticos de Panecio y Posidinio, conocemos los de Cicerón y Séneca, que utilizaron a aquellos como fuentes donde inspirarse.
Así que podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío, o también podemos bebérnoslo y seguir con lo nuestro.
La estética helenístico-romana
La estética de este periodo que va desde el siglo III a.C al III d.C. tiene una peculiaridad respecto a la de la época helénica. Y es que resulta que ahora ya no es un asunto exclusivo de los filósofos. Otros agentes implicados en la elaboración del arte también asumen un papel activo.
Así que descubrimos dos tipos de estética, atendiendo a los temas a tratar y a quiénes los tratan. De esta forma, por un lado nos encontramos con lo podríamos llamar la estética general, es decir, la que trata de manera general los principales conceptos estéticos, la belleza y el arte. Naturalmente, a esta clase de exploración se dedicarán principalmente los filósofos, a través de las escuelas dominantes de la época; por otro lado, situaríamos a la estética particular, aquella dirigida a la teoría de las artes particulares, que será desarrollado fundamentalmente por eruditos y artistas.
Esta toma de poder por parte de eruditos y artistas trae consigo un cambio importante respecto a la estética anterior, ya que mientras en la época clásica los filósofos tenían un papel primordial y casi único, ahora serán los especialistas, los artistas y eruditos, los que tomen la palabra.
Por otra parte, si tenemos en cuenta la posición que tomaron respecto al arte y la belleza las tres escuelas filosóficas helenísticas (estoicismo, epicureísmo y escepticismo) es natural que los filósofos pasaran a un segundo plano. Como tanto hedonistas como moralistas consideraban que el arte y la belleza no servían para sus fines no se centraron mucho en analizarlos.
Respecto a las teorías particulares, a la estética particular de la que hablábamos antes, la música fue la primera en desarrollarse, seguida por las artes plásticas. Naturalmente, tampoco podemos olvidar a la poesía, cuyo trabajo principal ya lo había realizado Aristóteles. También fue desarrollada y cultivada la teoría del arte de la oratoria, es decir, la retórica.
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