El Hombre y la Ecología
Los países más adelantados se han propuesto volver a la naturaleza respetando los ecosistemas.
Los nuevos edificios están diseñados especialmente para cuidar el gasto de energía, aprovechar el agua de lluvia y para utilizar elementos reciclables.
Esta nueva modalidad también conocida como ecourbanismo, arquitectura sustentable o bioconstrucción ya se ha convertido en un hecho concreto y dejó de ser un sueño.
El hombre vuelve a conectarse con la naturaleza aprovechando todos los recursos que nos brinda, como la ventilación natural y la luz del sol, y el tratamiento ecológico de los deshechos, convirtiendo a los altos edificios en verdaderas granjas verticales capaces de producir vegetales de todo tipo y más energía de la que necesitan.
Estas construcciones se convierten en decorativos espacios verdes hacia arriba, ayudando a limpiar el aire de anhídrido carbónico, produciendo más oxígeno y absorbiendo la contaminación acústica propia de las grandes ciudades.
El auge de la edificación compatible con la naturaleza está dando lugar a ciudades nuevas con estas características y se ha extendido también a las ciudades tradicionales para transformarlas también en lugares que estén en armonía con el ambiente.
En el Emirato Árabe de Abu Dhabi, en Masdar, se está construyendo la ciudad más ecológica del planeta que será inaugurada en 2016.
En esta futura metrópolis, no podrán circular vehículos y sólo existirá un sistema de transporte compuesto por trenes magnéticos.
El diseño ha contemplado la orientación noreste a suroeste de la ciudad para obtener el mejor aprovechamiento tanto de la luz como de la sombra.
Estará abastecida energéticamente por luz solar y torres de viento y los edificios no superarán los cinco pisos.
Podrá albergar a cincuenta mil habitantes y abarcará una superficie de seis y medio kilómetros cuadrados, donde también habrá mil quinientos negocios.
El principio inquebrantable de este sistema constructivo es respetar a la naturaleza y servirse de ella imitándola.
En Dubai, Emiratos Árabes, será construido en 2010 un rascacielo ecológico, giratorio y autosuficiente, abastecido con energía eólica y solar, que será el primero en su especie. El segundo de estas características se construirá en Moscú, Rusia en 2011 y el tercero en New York en 2012.
Estas torres tendrán una altura de 420 metros y les permitirá a sus ocupantes rotar su piso a gusto, haciendo posible el cambio de la forma de todo el edificio.
En China también existen planes para que Huaxi, su ciudad más rica, sea totalmente verde.
Las terrazas de los edificios serán aptas para el cultivo del arroz con el objetivo de mejorar totalmente el aire urbano siguiendo las normas de la naturaleza.
En el Norte de Chile se proyecta la construcción de una torre para la actividad agrícola, en forma espiral, con el propósito de modificar la aridez propia de ese lugar.
La torre tendrá la capacidad de absorber la neblina húmeda de la costa, cerca de la ciudad de Huayco, en el desierto de Atacama, y se calcula que los diez mil metros cuadrados de su superficie vertical podrán producir alrededor de veinte mil litros de agua por día.
Los edificios del futuro serán verdaderos ecosistemas que imitarán el equilibrio natural, teniendo en cuenta los cambios de estación, las temperaturas, las precipitaciones y la luz del sol; e incorporando la vegetación, no sólo como elemento decorativo sino como un elemento principal.
La propuesta más fantástica es la construcción de edificios destinados solamente para el cultivo de vegetales en ciudades con alta densidad de población, para poder abastecerlas aprovechando la altura.
Serían modernos viveros bajo techo donde se podrían cultivar todo tipo de vegetales todo el año, en un ambiente controlado.
En Dubai, existe un proyecto de una firma italiana para construir una granja vertical de agua marina.
La idea es que el diseño de las futuras construcciones no necesitará oponerse al medio ambiente para brindar a la humanidad, aún en mayor medida, una mejor calidad de vida.