El Cuerpo Mecánico Cuántico
El cuerpo mecánico cuántico, desde la física contemporánea y de los conocimientos intuitivos del Ayúrveda (conocimientos intuitivos de la medicina india tradicional), se compone de tres aspectos: el cuerpo físico, el cuerpo sutil y el cuerpo causal.
El cuerpo físico es la materia y la energía localizadas en el espacio tiempo; que se inicia con la concepción y termina con la muerte al dispersarse los átomos y las moléculas del cuerpo; aunque de hecho nuestro cuerpo esté dispersándose constantemente, porque sus átomos son reemplazados continuamente.
Cada siete años nuestro cuerpo es totalmente reconstruido y no queda en él ni uno de los átomos que estuvo hace menos de diez años.
El cuerpo sutil, según el Ayúrveda, persiste luego de la desaparición del cuerpo físico y está constituido por las ideas, sentimientos y emociones que siguen existiendo más allá del mundo físico.
Más allá del cuerpo sutil existe el cuerpo causal que es perfecto y que abarca todos los hechos del espacio tiempo.
El cuerpo causal se puede comparar con la programación genética de cada individuo y es responsable de toda la creación; un mar de energía e inteligencia, que no tiene dimensión ni espacio tiempo, es sujeto y a la vez objeto, difícil de comparar con nada ni de imaginar, porque trasciende nuestros pensamientos.
El Ayúrveda cree que la creación total es una vasta red interconectada de energía e información que se transforma constantemente y donde cada elemento afecta a todos los demás.
La auténtica conciencia de uno mismo es esencial para mantener el cuerpo sano y una salud perfecta.
Los niños pueden recordar con facilidad la cara de cualquier persona, tal vez porque su conciencia está limpia de recuerdos y experiencias y pueden verlas realmente como son.
Los seres humanos tenemos todos un rostro diferente y también todos nuestros órganos son únicos, de modo que comprender lo que tenemos de únicos y de similar es el primer paso para crear salud física, emocional y espiritual.
Cada uno debe ser con su cuerpo como un concertista interpretando una pieza musical de un gran compositor, que tendrá en cuenta el perfecto uso de su instrumento y su maestría y creatividad para ejecutarlo. Un ser humano puede aprovechar la tecnología de la medicina moderna, pero el arte de la curación está en los dones interiores del médico y del paciente.
Las personas han perdido la capacidad de comprender y escuchar los mensajes que les envían sus cuerpos.
Para la medicina occidental un diagnóstico es poder identificar una enfermedad con exactitud; pero para la medicina ayurvédica significa conocer y comprender al paciente, no a la enfermedad; porque recién cuando se conoce y se comprende la verdadera naturaleza del paciente es cuando se puede entender y tratar la enfermedad en el plano fundamental.
El enfoque ayurvédico comienza con la pregunta: “quién eres”, o sea saber cómo es la constitución física, emocional y espiritual única de ese ser humano y no solamente qué le duele.
Es indispensable conocer cómo se ha unido la energía y la información del universo en ese cuerpo, en su sangre, en sus sueños y esperanzas; cómo afecta esta característica sus relaciones y su trabajo, cómo se alimenta, cómo reacciona al estrés, cuál es su ritmo de sueño y despertar, cómo se diferencia de los demás, qué es lo que comparte con todos y cuáles son sus debilidades y sus fortalezas innatas.
En el Ayúrveda, las enfermedades son consideradas desequilibrios en el sistema; el facultativo examina el pulso, la lengua, los ojos y las uñas y los tratamientos pueden consistir en una combinación de dieta, ejercicios físicos y respiratorios, meditación y el uso de hierbas medicinales.
Se trata de la comprensión holística del hombre en ese momento de su existencia.
Fuente: “”Sanar el Corazón”; Deepak Chopra.