Filosofía
Inicio Ciencia y Filosofía Darwin y Humboldt

Darwin y Humboldt

Publicado por Malena

Darwin y Humboldt

Entre los naturalistas de la Edad Moderna tardía, Humboldt (1767-1835) se destaca dentro del romanticismo y Darwin (1809-1882) en la ciencia victoriana de la revolución industrial; trazando ambos un largo camino que se extiende desde la historia natural a la historia de la naturaleza.

La noción de la transformación de las especies ya aparece en Jean Baptiste Lamarck, naturalista y botánico francés, fundador de las teorías de la generación espontánea y del transformismo, profesor de historia natural en el Museo de Historia Natural.

Alejandro de Humboldt, nace en Berlin en el seno de una familia de fortuna. No incursiona en el tema de la evolución, pero su extraordinaria recopilación de datos lo transforman en un personaje importante en la historia de la ciencia.

Fiel a Goethe, su forma de pensar tiene las características del pensamiento romántico, por sus ideas sobre la naturaleza, la unidad orgánica, el equilibrio de fuerzas, la intuición estética, la armonía, las formas ideales, y las interrelaciones que existen de las partes.

Lo cierto es que tanto Darwin como Humboldt desdepeñan un importante papel en la historia de la biología de su tiempo, aunque tuvieran cosmovisiones distintas.

La teoría de la evolución de Darwin, la adopta la ciencia, sobre todo cuando se demuestra que la selección natural es consistente con la herencia mendeliana.

Humboldt tiene la intención de construir una física de la Tierra o una física general, fundamentada con datos muy precisos obtenidos por medio de las mediciones que realizaría durante sus largos viajes a América, con instrumentos confiables a escala continental.

Para Humboldt la ciencia no puede avanzar sin estos conocimientos que afirman el equilibrio general que reina en la Tierra como resultado de fuerzas mecánicas y reacciones químicas que se equilibran mutuamente.

La ciencia de Humboldt no se desarrolla en un laboratorio sino que es una investigación realizada en grandes espacios al aire libre, exigiendo también una apreciación estética, ya que para él lo estético complementa lo racional.

A Humboldt lo maravillan las leyes de la naturaleza, la permanencia de formas eternas y la paradoja de la extraordinaria complejidad natural con respecto a las limitaciones que tiene el hombre para comprenderla.

Para Humboldt el gran problema de la física es determinar la forma de los tipos de disposición de las materias, encontrar las leyes que los rigen, las relaciones eternas que existen en los fenómenos de la vida y aún de la materia inanimada.

El biólogo evolucionista Stephen J. Gould, también ve un gran contraste entre Humboldt y Darwin. Para Humboldt la naturaleza se regula por la armonía y para Darwin significa lucha y conflicto o sea una naturaleza competitiva, ya que el concepto de selección natural presupone el conflicto.

Otra gran diferencia, por supuesto, es que para Humboldt, el problema del origen de las especies no es relevante en su cosmovisión. Para él, las causas de la distribución de las especies pertenecen a los misterios que la filosofía natural no puede alcanzar. Su ciencia, por lo tanto, no se ocupa del origen de los seres vivos sino de las leyes que los rigen.

Para Darwin, más importante que el concepto de totalidad integrada, es la universalidad de su teoría. Las especies, los géneros y las familias de seres orgánicos descienden de padres comunes y se han ido modificando a medida que se multiplicaban.

Otra sustancial diferencia entre el pensamiento de Humboldt y Darwin, es que Humboldt defiende la idea romántica de las formas ideales, mientras la teoría de Darwin está en contra de estas formas irreales.

Con respecto a la noción de forma, dentro del ambiente británico, Richard Owen, experto en anatomía comparada del Museo Británico, también atribuye el parecido de las estructuras de los distintos tipos de animales a las variaciones de un “arquetipo”, sin existencia real.

Darwin admira a Humboldt; ambos se embarcan en sendos viajes épicos durante cinco años; el primero a través del mundo y el segundo con Bonpland por las tres Américas, en este caso una aventura científica realizada por motivos románticos e individuales, que es posible gracias a la fortuna de Humboldt. Darwin en cambio, se embarca con el Capitán Fitz Roy, que necesita compañía para defenderse de su tendencia depresiva.

Los viajes de Humboldt y Darwin tienen lugar en distintos momentos históricos; Humboldt sale en 1799 y vuelve en 1804 y Darwin recién parte en 1831 y regresa en 1836.

Darwin siempre reconoció a Humboldt como una fuente de inspiración.

Fuente: Revista de Divulgación Científica «Ciencia Hoy», editada por la Asociación Civil Ciencia Hoy, Argentina, octubre/noviembre 2009