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Carlos Castaneda y Las Enseñanzas de Don Juan

Publicado por Malena

Carlos Castaneda y Las Enseñanzas de Don Juan

Las Enseñanzas de Don Juan es un libro escrito por Carlos Castaneda, un hombre que fiel a su desarrollo espiritual, quiso permanecer en el misterio.

Por esta razón no se encuentran datos fidedignos de él, aunque algunas fuentes aseguran que nació en 1935 en Sao Paulo, Brasil, que vivió en Lima, Perú; en Buenos Aires, Argentina y en los Estados Unidos de Norteamérica.

En California, Castaneda estudia antropología en la UCLA donde escribe su primer libro “Las Enseñanzas de Don Juan” que le permite obtener el Master; y con su tercer libro “Viaje a Ixtlan” acceder al doctorado.

En todos sus escritos Castaneda relata sus experiencias con Don Juan Matus, un indio Yaqui que a su pedido lo toma como aprendiz de brujo, con quien entabla una relación que duraría muchos años y que para él tendría el significado de un viaje espiritual.

Castaneda es un brillante escritor y sus libros, que están llenos de significados ocultos, se convirtieron en clásicos de la literatura espiritual.

En Las Enseñanzas de Don Juan, que está escrito en primera persona, el autor relata una forma yaqui de conocimiento, llamada cognición, que no fue considerada de valor antropológico por no contar su libro con las evidencias necesarias que fundamentaran su trabajo de campo.

Don Juan Matus introduce al protagonista en el conocimiento de los chamanes de México antiguo; un tipo de conocimiento de un mundo distinto que lo aparta de su interés antropológico y lo sumerge en el misterio de una cosmovisión diferente, donde la lucha humana está más allá de este mundo, no en éste que no tiene poder sobre nosotros.

Este punto de vista enfatiza que es absolutamente imperativo para el hombre tomar conciencia de que lo más importante no es este mundo sino su encuentro con lo que está más allá de la realidad.

La vida comienza en ese infinito y termina en el mismo infinito y nuestra conexión con esa energía no es tanto una lucha sino un asentimiento.

El chaman puede percibir la energía que fluye del universo y que cada ser humano es un conglomerado de energía conectada a esa energía superior, que es donde ocurre la percepción y donde se convierte en datos sensoriales, que son interpretados como el mundo que nos rodea.

El Universo se compone de filamentos luminosos que son inteligentes y que vibran. Esa energía vibratoria, consciente de sí misma, es inteligente y responsable de todas las transformaciones posibles, que no son arbitrarias sino que representan intenciones inteligentes. En el mundo concreto que conocemos también los seres humanos intentan hacer lo mismo en función a cómo interpretan el mundo.

Los chamanes pueden “ver” que cuando el punto de contacto con la energía suprema cambia de posición cambia también el matiz del haz de energía dando lugar a la interpretación de un mundo diferente.

Existe la posibilidad de viajar a esos mundos, pero el viaje definitivo y más importante es hacia la conciencia trascendente, después de muertos. o sea la posibilidad de llegar a ser energía consciente sin el cuerpo y lograr así la libertad total.

Para alcanzar ese objetivo hay que seguir el flujo de la energía como fuerza guiadora, teniendo una conducta impecable a la que se puede acceder por medio del ascetismo y la meditación.

Fuente: «Las Enseñanzas de Don Juan», Carlos Castaneda