Castaneda, el aprendiz de brujo
La mejor manera de vivir en el mundo cotidiano es revelada por Carlos Castaneda en sus “Relatos de poder”, en el que aborda con gran profundidad la complejidad metafísica de las enseñanzas de Don Juan Matus.
Aunque se trata de mera ficción, no deja de conmover la búsqueda espiritual de Castaneda a través de su personaje como aprendiz de brujo.
El universo que el autor aprende a conocer en su arriesgado camino hacia el conocimiento es peligroso tanto para la salud física como psíquica.
El mundo de los brujos es el mundo del guerrero, que es el que depende solamente de sí mismo, no como las personas comunes que viven prisioneras del mundo y de los otros.
Un guerrero puede dominar sus sueños y de dirigirlos para obtener mayor poder personal y tiene la posibilidad de cambiar su punto de vista.
Percibimos la realidad en tres tiempos sucesivos, nacimos en el pasado, vivimos en el presente y moriremos en el futuro.
Esta realidad es limitada sólo a nuestra percepción, dado que el espacio es curvo, no lineal y existe la posibilidad de que se vuelva a interceptar alguna vez, o sea que en el universo pueden estar sucediendo al mismo tiempo, que el cosmos esté naciendo, desarrollándose y muriendo en forma continuada y permanente.
Se admite que además de los estados sólidos, líquidos y gaseosos, la materia también es energía y esto lleva a aceptar la posibilidad de otros estados de la materia que aún se desconocen y también de otras formas de ser y de seres que aún no podemos entender.
Por otro lado hay teorías actualmente que admiten la existencia de otras dimensiones además de las tres que conocemos y que no podemos llegar a comprender.
La ciencia aspira al conocimiento desde el ámbito racional y aunque intente extralimitarse siempre le estará vedado ir más allá de sus propios límites.
La brujería en cambio es el arte que interrumpe el pensamiento, ajeno a la racionalidad que logra derrumbar el mundo que conocemos.
El único recurso de los brujos para enfrentar el temible mundo que enfrentan es el desarrollo de la voluntad.
El centro de la conciencia es el acto de percibir que representa dos esferas de poder: el universo de la razón y de los pensamientos y la esfera de la voluntad y de los actos.
Un guerrero tiene la sola libertad de la impecabilidad de sus actos que hace que permita a los demás ser como son. Las personas comunes en cambio pretenden poder cambiarlo todo, incluso a ellas mismas.
Las enseñanzas incluyen tareas que tienen el objetivo de fortalecer la voluntad y de perder definitivamente la importancia personal, tarea harto difícil en un mundo de poder que humilla al débil y teme al fuerte.
Para los brujos existen más de seiscientos mundos diferentes que se pueden visitar a voluntad como así también habitarlos si les place y el enigma de la muerte sólo lo superan cuando previamente han entrado en el mundo de lo sobrenatural.
La trascendencia literaria de Carlos Castaneda se debe más a la ambigüedad de su procedencia que a su calidad formal y a sus estudios antropológicos.
El interés de Don Juan Matus de enseñar sus conocimientos es perpetuar el linaje de los brujos destinado a desaparecer, pero la brujería es sólo para aquellos destinados a ella ya que no es un arte para difundir a la mayoría.
Este conjunto de creencias proviene de los antiguos habitantes de México, los toltecas, pero no de los históricos sino de otros más antiguos, de hace diez mil años.
En esa época, los toltecas eran brujos poderosos, capaces de viajar en el tiempo y en el espacio y de dominar la magia.
Con el tiempo son diezmados e invadidos quedando la brujería en la clandestinidad, desde donde los brujos quedan reducidos a un grupo escaso que sólo se consagra a la educación de sus discípulos.
Después de la desaparición física de don Juan Matus, queda Carlos Castaneda como su sucesor, pero su energía no es la misma y no le permite continuar el linaje de su maestro.
Fuente: “Carlos Castaneda, Drogas, brujería y poder personal”, Andrés García Corneille, Ed. Lea 2005.