Edmund Gettier
Edmund Gettier es un personaje peculiar en la historia de la filosofía. Y no solo porque sigue vivo (nació en 1927, en Baltimore), sino porque a lo largo de toda su carrera como filósofo ha publicado tres páginas. Sin embargo, esas tres páginas hacen algo espectacular, a saber, destruyen la definición tradicional de conocimiento, también conocida como definición tripartita de conocimiento. A continuación dedicaremos unas líneas a presentar a Edmund Gettier y las circunstancias que llevaron a la publicación de su famoso artículo, «Is Justified True Belief Knowledge?» («Es la creencia verdadera justificada conocimiento?»). Después pasaremos a exponer el contenido de su artículo, lo que se ha llamado los problemas de Gettier o los contraejemplos de Gettier.
1. El artículo de Edmund Gettier
En 1963 Edmund Gettier era un joven profesor de la Wayne State University, de Detroit (Michigan). Gettier, que no era muy dado a publicar estaba en el punto de mira de la administración, así que sus colegas empezaron a recomendarle que publicara algo, alguna idea que tuviese.
Gettier, que no se sabe si empezó a verle las orejas al lobo, se puso manos a la obra. Tenía que publicar algo. Y así lo hizo, en 1963 publicó «Is Justified True Belief Knowledge?», que se convirtió en uno de los textos más leídos por los filósofos del siglo XX.
2. Los contraejemplos de Gettier
Lo que Edmund Gettier demostraba en su artículo es que en realidad, la definición clásica del conocimiento no nos daba los criterios suficientes para decidir que alguien tiene un conocimiento. Veámoslo. La definición clásica de conocimiento, la que se admitía ampliamente en 1963, se daba en términos de condiciones necesarias y suficientes para determinar que alguien sabe (tiene un conocimiento) algo. Así, S (el sujeto) sabe que P (una proposición, p. e., que la nieve es blanca) si, y solo si
1. S cree que P.
2. S está justificado para creer que P es el caso.
3. P es verdadera.
De este modo, S sabe que P solo si se dan las tres condiciones juntas y, del mismo modo, es suficiente con que se den las tres condiciones para que S sepa que P.
Los contraejemplos de Gettier muestran dos casos en los que se dan las tres condiciones, pero en los que nadie diría que hay conocimiento.
Caso 1: Smith y el puesto de trabajo
En este caso, Gettier nos cuenta la siguiente historieta: Smith y Jones aspiran al mismo puesto de trabajo. Smith tiene la creencia de que el trabajo se lo llevará Jones, además está justificado al creerlo, pues alguien de confianza se lo ha revelado. También cree que Jones tiene 10 € en su bolsillo, esta creencia está justificada en la medida en que Smith, que en sus ratos libres es carterista, ha registrado, sigilosamente, los bolsillos de Jones. De este modo, aplicando una sencilla ley lógica, la Ley de la identidad, concluye (C)
(C) La persona que conseguirá el empleo tiene 10 € en el bolsillo.
Resulta que el trabajo finalmente lo consigue Smith. Pero que además resulta que Smith llevaba 10 € en el bolsillo. Por tanto, la creencia de Smith de que C es verdadera. Así que se dan las tres condiciones, Smith creía que C y estaba justificado al creerlo y, además, C resultó ser verdadera, sin emabargo nadie diría que Smith sabía que C.
Caso 2: el coche de Jones
En este caso la historia es otra. Smith tiene esta vez la creencia justificada de que (1)
(1) Jones tiene un Ford.
De hecho, Smith ha visto muchas veces a Jones conduciendo su flamante Ford. Smith, que esa tarde siente sus facultades lógicas estimuladas, aplica a (1) la regla de introducción de la disyunción, y concluye (2)
(2) Jones tiene un Ford o Charles vive en Barcelona.
Resulta que Smith que no puede vivir con estas dudas decide llamar a Jones. Estaba equivocado, Jones no tiene un Ford, sino un Seat. Además, casualmente, resulta que Charles sí que vive en Barcelona. De modo que (2) es verdadera (una disyunción es verdadera cuando al menos uno de los términos de la misma lo es. En este caso, es falso que Jones tiene un Ford, pero es verdadero que Charles vive en Barcelona y, por tanto, (2) es verdadero).
De nuevo se da el caso de que Smith tiene una creencia, verdadera y justificada, pero que no diríamos que es conocimiento.
Imagen: mundodesconocido.com