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Los Dioses del Olimpo

Publicado por Malena

El mundo antiguo se caracterizaba, por considerar a la naturaleza sagrada.

Los Dioses del Olimpo

Los mitos son narraciones muy antiguas que se trasmiten a través de las generaciones por medio de poemas épicos o canciones populares y han sido reproducidos en toda expresión artística.

La cultura griega antigua trató de interpretar la creación del mundo, los fenómenos naturales, el destino del hombre y la tragedia humana por medio de los mitos y a partir de la existencia de seres superiores que dominaban el universo.

La divinidad más venerada era la Tierra como diosa de la fecundidad caracterizada por una mujer de pechos y caderas anchas. De manera que el cultivo de la tierra estaba estrictamente vinculado a los ritos religiosos.

La mitología refiere la creación del hombre en tiempos remotos, cuando existían sólo dioses inmortales sobre la tierra.

Estos dioses decidieron crear a los seres que poblarían la tierra, los protegieron y les enseñaron todo lo que sabían.

Los doce dioses se repartieron los poderes y las dignidades según la voluntad del dios Zeus, rey del Olimpo.

Acostumbraban a bajar a la tierra para ayudar a los hombres, para castigarlos, para controlar su destino y hasta para unirse con ellos y procrear descendencia.

Los hijos de estas uniones se llamaban semidioses y poseían poderes especiales, protagonizaban hazañas heroicas y eran admirados por todos.

Los dioses aceptaban los sacrificios y las ofrendas que los hombres les dedicaban como animales o frutos de la tierra.

Las divinidades cumplían con rigurosidad con sus promesas, especialmente si esas se hacían bajo juramento; y cuando un dios daba su palabra jamás la quebrantaba.

Eran muy poderosos pero sólo Zeus era omnipotente y en muchos aspectos se parecían a los hombres, ya que poseían las mismas debilidades, pasiones y sentimientos.

Los Doce Dioses del Olimpo tuvieron un lugar privilegiado en el espíritu religioso del mundo helénico y el juramento por los dioses era considerado el más sagrado compromiso de honor.

Zeus era el señor del cielo y de la tierra, padre de dioses y hombres. Era inmortal, nació de su madre Rea y demostró dominio y supremacía entre sus hermanos y demás dioses, ganándose su respeto y admiración.

Su arma fue el rayo y con sus numerosas relaciones amorosas con diosas y mortales tuvo muchos hijos que fueron dioses, semidioses y héroes.

Amaba y protegía a sus numerosa descendencia y era un dios protector del equilibrio del derecho. No sólo fue juez sino que participaba del dolor ajeno y consolaba a los desdichados.

Los doce dioses del Olimpo eran:

Zeus, el dios del Olimpo, padre de todos los dioses, omnipotente e inmortal.

Hera, su fiel y única legítima y eterna esposa, siempre fiel y firme compañera de su vida y obra, protectora de la familia y de las mujeres casadas.

Atenea, la diosa de la sabiduría, hija de Zeus. Nació de la cabeza de su padre, completamente armada. Se la consideraba la protectora de las ciudades, de la industria y de las artes.

Poseidón, el dios del mar, hermano de Zeus. Se le atribuía el poder de provocar terremotos. También era el protector de los caballos y de los jinetes.

Demeter, la diosa de la agricultura, hermana de Zeus. Se la veneraba especialmente por su influencia en las cosechas y en la fertilidad de la tierra.

Apolo, el dios de la luz, la música y la adivinación, hijo de Zeus y Leto. También era el dios de la medicina y se le atribuía la capacidad de predecir el futuro.

Artemisa, la diosa de la luna y de la cacería, hermana gemela de Apolo. También era la protectora de los animales y de las mujeres en el parto.

Hermes, el dios del comercio, y la adivinación, hijo de Zeus y de la pléyade Maya. Era el mensajero de los dioses y el protector de los viajeros, los ladrones y los comerciantes.

Ares, el dios de la guerra, hijo de Zeus y Hera. Aunque era inmortal, se deleitaba en la batalla y se le consideraba violento y sanguinario.

Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, nacida de la espuma del mar. Era la madre de Eros, el dios del amor.

Hefesto, el dios del fuego y del arte, hijo de Zeus y Hera. A pesar de ser cojo, era el dios de la metalurgia y la forja, y se le consideraba el artesano de los dioses.

Hestia, la diosa del hogar, hermana de Zeus. Aunque no participaba en las luchas de poder entre los dioses, era muy venerada en todos los hogares griegos.

Además de estos doce dioses, había otros dioses también tan venerados como ellos nacidos de la unión de un dios con un mortal.

La veneración de estos dioses reflejan en gran parte la forma de vida y la cultura de cada época. A través de sus mitos y leyendas, los antiguos griegos buscaban explicar el mundo y su lugar en él. Los dioses del Olimpo eran una parte integral de su vida cotidiana, y su influencia se puede ver en todos los aspectos de la cultura griega, desde la literatura y el arte hasta la política y la filosofía.