Filosofía
Inicio Mitología El Mito de Zeus, dios del cielo

El Mito de Zeus, dios del cielo

Publicado por Malena

El mito de Zeus, el dios del Cielo

Zeus fue salvado de morir como sus hermanos, que fueron devorados por su padre, Cronos, llegando a ser el primero de los dioses griegos, el dios del cielo.

Zeus representaba el sumo poder, la ley y el orden cósmico y social, no obstante no tuvo poder sobre el destino que fue el único que pudo destronarlo.

Su influencia fue tan grande que los más grandes héroes griegos se consideraban pertenecientes a su linaje pretendiendo ser sus descendientes.

Para llegar al poder, Zeus libera a los cíclopes, a los cien brazos, y a sus hermanos olvidados e incluso sus cincos hermanos deglutidos por su padre y devueltos a la vida lo ayudan en su intento. Los cíclopes son los que le otorgan el poder del rayo.

Libran una batalla feroz y apocalíptica contra los titanes y Cronos, su padre, que es el símbolo del antagonismo ancestral entre padres e hijos.

Hasta cierto punto este acontecimiento pudo ser cierto en alguna medida y posteriormente haberse convertido en un mito, ya que un hecho aterrador tuvo lugar en la isla de Santorini hace tres mil seiscientos años, considerado el estallido más grande de los últimos veinticinco mil años. En 2006 se descubrió un yacimiento de cenizas volcánicas de enormes dimensiones que apoyan esta hipótesis.

La batalla entre Zeus y Cronos representa la lucha del bien y del mal. Los titanes utilizan a Tifón como arma mortífera, un monstruo surgido desde las entrañas de la tierra.

Sin embargo Zeus vence a Cronos y los titanes son arrojados al Tártaro por el volcán Etna.

Tifón permanece aún hoy en día amenazante en el fondo de los volcanes, y designa también la violencia del viento.

Zeus se convierte así en el rey del Universo. En 2003, se descubrió un templo al pie del monte Olimpo, el templo de Dion, donde Zeus vivía según la mitología, sobreviven las ruinas de un águila, el símbolo divino de Zeus y una estatua sin cabeza con una inscripción al pie que la identifica como Zeus el altísimo.

Zeus se casa con la diosa Metis, pero una profecía lo amenaza: un niño lo destronará igual que él a su padre.

Zeus se traga viva a su esposa que se convierte en parte de él y busca a otra esposa: su hermana Hera, la diosa más poderosa de la Mitología griega, hermosa, inteligente pero muy celosa.

Pero el reinado de Zeus puede sucumbir por la influencia de su mujer, ya que es un incontrolable seductor que recurre a cualquier artimaña para conquistarlas.

El rey sigue siendo infiel y con cada amante tiene un hijo llegando a tener más de cien descendientes tanto mortales como dioses y su promiscuidad contagia a su población que se identifica con él iniciando una etapa de desenfreno y libertinaje.

Hera quiere vengarse por su infidelidad y organiza una revolución con la ayuda de los demás dioses.

Consiguen destronarlo y encadenarlo mientras duerme. Zeus enfrenta el desafío más crítico de su vida, pero sus viejos aliados cien brazos acuden a ayudarlo y rompen sus cadenas haciendo que los dioses del olimpo huyan.

Zeus desea la venganza y distribuye graves castigos para los conspiradores, mientras su pueblo continúa viviendo en la inmoralidad, el crimen y hasta llegan a practicar el canibalismo.

Zeus quiere restablecer la justicia y la civilización entre los humanos y encolerizado provoca una gran inundación en la tierra como castigo para que todos sufran su ira y consiga erradicar el mal para siempre.

Los desastres naturales eran atribuidos a Zeus, dios del trueno y esta enorme inundación se relaciona con la historia bíblica de Noé.

Durante nueve días y nueve noches la lluvia los castiga y el agua llega hasta el Monte Parnaso a 2500 metros de altura. Sólo dos mortales se salvan en un arca (semejanza asombrosa con la historia del diluvio del Antiguo Testamento).

Los científicos suponen que efectivamente hubo una gran inundación hace miles de años que devastó casi todo el planeta y se han encontrado muchos indicios que podrían probarlo.

Zeus finalmente es destronado por el Mesías Jesucristo que hizo que su poder se diluyera. La deidad más poderosa, temida y respetada por miles de años, no pudo contra el destino.

Estos mitos aún siguen siendo recordados porque se encuentran en el inconsciente de toda la humanidad.