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Mitos sobre el Apocalipsis

Publicado por Malena

el mito del apocalipsis

En 2008, a. de C., una tablilla de origen asirio lleva inscripta una leyenda que dice que en esa época se observan signos de que la Tierra se destruiría en pocos días.

En 634 a. de C., en Roma, la población teme la destrucción total, cuando la ciudad está a punto de cumplir 120 años de su fundación.

En el siglo II, un grupo cristiano predica el inminente regreso de Cristo y el Apocalipsis. Muchos abandonan sus casas para dirigirse al lugar donde supuestamente se produciría la llegada de Cristo, en una zona del centro de la actual Turquía.

El obispo y escritor francés Hilario de Poitiers, en 365 después de Cristo, pronostica el fin del mundo; mientras por su parte, San Martín de Tours asegura que el mundo terminaría antes del año 400.

En 590, la peste que asola Roma hace pensar al Papa en el fin de los tiempos; y también al finalizar el primer milenio aumentan las sectas que pronostican lo mismo.

En 970 d. de C., hay una nueva predicción, pero al no producirse ninguna catástrofe, se prorroga la fecha de la catástrofe para 1033, mil años después de la muerte de Cristo.

El Papa Inocencio II, en 1284 predice que el fin se produciría en el 666 aniversario de la fundación del Islam; y en 1346, nuevamente otra peste, en este caso la peste bubónica, es considerada el inicio del fin de los tiempos.

En 1524, las predicciones de los astrólogos sobre el fin del mundo hacen que veinte mil habitantes de la ciudad de Londres abandonen sus hogares para buscar refugio en las montañas; y posteriormente, según los cálculos del matemático Michael Stifel, las 8 de la mañana del 19 de octubre de 1533, sería la hora del Juicio Final.

Más cauteloso fue el astrólogo francés Pierre Turrel, que pronostica cuatro fechas probables para que todo acabe, 1537, 1544, 1801 o 1813.

Sin desalentarse por los sucesivos fracasos a lo largo de la historia del fin del mundo, en 1538, varios astrólogos y clérigos interpretan a la conjunción de Saturno y Júpiter como un signo de la llegada de Cristo; y hasta Cristóbal Colón, influenciado por las afirmaciones del teólogo francés Pierre dÁilly, sostiene que el final se produciría en 1656.

Por la repetición del número seis, que muchos creen que es de mal agüero, para el año 1666, se renuevan los temores de una catástrofe universal; y los incendios que asolan la ciudad de Londres en ese mismo siglo recrudecen las mismas fantasías.

En 1688, John Napier, inventor de los logaritmos, aplicando esta técnica matemática al Libro del Apocalipsis de la Biblia, predice el fin del mundo para ese año.

En 1850, el fundador del Movimiento Adventista del Séptimo día convence a su congregación que el fin de la Tierra está cerca.

En 1910, el acercamiento del cometa Halley provoca una ola de suicidios y en 1986, una nueva aparición reaviva los temores.

En 1919, el meteorólogo Albert Porta predice que la alineación de seis planetas provocaría una fuerza destructiva que haría explotar al Sol, lo que produciría la desaparición de la Tierra, pero como todos sabemos, no pasó nada.

En 1980, el líder religioso Lelan Jensen, advierte que una explosión nuclear ese mismo años destruiría este planeta.

En 1986, la secta los Niños de Dios afirma que el Armagedón ocurriría ese año; en tanto que 1996 es la fecha calculada en el siglo XVII por el arzobispo anglicano James Ussher y otros cristianos para el fin del mundo.

En 2000, el apagón electrónico no produjo las consecuencias que se temían, ni tampoco el alineamiento planetario de mayo de ese mismo año.

Michel de Notredame, (Nostradamus (1503-1566), vaticinó que en 2002 un meteorito destruiría la Tierra, afortunadamente sin éxito.

En 2009 el superacelerador de partículas provoca una ola de sospechas sobre las consecuencias que podría acarrear el intento de recrear las mismas condiciones del principio del universo; sin embargo la experiencia pasó y no dejó las consecuencias apocalípticas que se temían.

Según el calendario maya el fin se produciría en 2012, otra vez debido a una alineación extraordinaria de planetas.

Históricamente existe un records de malos augurios para la Tierra y este mito se resiste a desaparecer, pero hasta ahora, a pesar de las múltiples predicciones, el mundo sigue andando.

Fuente: www.nasa.gov/topics/earth/features/2012.html/ Sitio de la Nasa para disipar posibles temores sobre los pronósticos para 2012.