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La Mística

Publicado por Malena

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La mística forma parte de la teología y representa la experiencia viva de la espiritualidad, y de la contemplación.

Más que un saber, lo fundamental de la mística es que se trata de una vivencia, dado que el estado místico no se puede expresar con palabras, en su manifestación cumbre que es el estado de éxtasis.

El éxtasis es el contacto del alma con la divinidad que recibe a todo aquel que desea aproximarse llevando una vida ascética.

Ese encuentro con el Dios personal es posible tanto a través de la mística judeo cristiana como de la islámica.

Para San Agustín la mística es la trascendencia del alma hacia la Verdad.

Los primeros estudios de teología mística fueron de Dionisio el Místico que nos dice que la mística es la contemplación de Dios en el silencio.

El neoplatonismo influye en la mística de la Edad Media y esta influencia también se encuentra en los renacentistas.

San Francisco de Asís y San Bernardo, en la Edad Media, tienen la vivencia de la mística del afectivismo.

Eckhart, en Alemania es llevado a una mística profética y visual siguiendo una línea especulativa. La mística alemana es teórica-voluntarista; y Tauler representa una mística ético-voluntarista.

En el siglo XVI España tiene una gran riqueza de místicos entre los que se destacan Bernardino de Laredo y Francisco de Osuna.

Entre los agustinos encontramos a Santo Tomás de Villanueva, Cristóbal de Fonseca y Alonso de Orozco; entre los domínicos está fray Luis de Granada y entre los franciscanos, fray Juan de los Ángeles.

Pero lo más importante de la mística española corresponde a la Orden carmelitana, con Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

Santa Teresa describe en su obra “El Castillo interior o «Las Moradas», sus vivencias místicas, cómo su alma experimenta paz y alegría cuando se encuentra y “ve” a Dios.

San Juan de la Cruz nos dice que para llegar al conocimiento místico se necesita despojarse de todo lo poseído tanto material como espiritual porque la contemplación mística para él es inconsciente, un olvidarse de todo para que la inteligencia pura se pueda unir con la inteligencia celeste.

La mística Islámica está representada por los sufis que transitan también necesariamente por unos períodos de ascetismo para llegar al estado místico.

Estos estadíos ascéticos son distintos grados de perseverancia, de confianza en Dios, de renuncia, etc., que llevan al conocimiento y a la unión con Dios, cuando uno deja de ser y se desvanece,

Existe también un estado místico que se logra mediante un método cognoscitivo o puramente espiritual que es cuando el alma recibe un influjo especial de Dios, como por ejemplo en las ideas innatas o al alcanzar por intuición el conocimiento de si mismo en relación con el Supremo.

Resumiendo, el misticismo es el estado extraordinario de perfección religiosa que representa la unión del alma con Dios por el amor, que da lugar a un estado trascendente y puede permitir el acceso a revelaciones divinas. Es la doctrina religiosa y filosófica que enseña una directa e inmediata comunicación entre el hombre y la divinidad, mediante la visión intuitiva o el éxtasis.

Lo místico incluye siempre el misterio y una razón oculta.