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El Idealismo y el Problema del Conocimiento

Publicado por Malena

El Idealismo y el Problema del Conocimiento

El problema del pensamiento requiere una teoría del conocimiento.

A partir del pensamiento de Descartes, se plantea la necesidad de una reflexión lógica y psicológica sobre el pensamiento y el objeto. Por lo tanto, se requiere comenzar con una teoría del conocimiento, sus orígenes, límites y posibilidades.

Esta teoría podrá ser psicológica, referida a la experiencia mental del sujeto; o lógica, relacionada con el pensamiento racional.

John Locke, propone un abordaje psicológico sobre el conocimiento humano, investigando sobre el origen de las ideas y de los pensamientos y si la realidad coincide con el pensamiento. Trata de ahondar sobre los distintos tipos de ideas complejas y cómo surgen de las simples y sobre los límites y la posibilidad del conocimiento humano.

Después de él, otros filósofos ingleses siguen en la misma línea planteando sobre todo el problema del conocimiento antes que el metafísico desde el punto de vista psicológico.

Así, Berkeley, encara y resuelve el problema del conocimiento antes de mostrar su metafísica espiritualista.

Hume, otro filósofo inglés, positivista, que por esa condición no expone ninguna metafísica porque se opone a ella, también muestra y le da solución al problema del conocimiento.

Leibniz y Kant también proponen una teoría del conocimiento; Leibniz con un libro en respuesta al libro de Locke sobre el entendimiento humano y Kant con sus tres notables libros “Crítica de la Razón pura”, “Crítica de la Razón, práctica”, y “Crítica del Juicio”, los más completo y perfecto de la filosofía moderna sobre la teoría del conocimiento.

Vemos entonces que el Idealismo conduce a la filosofía necesariamente a tratar una teoría del conocimiento, el instrumento mental imprescindible para entender la realidad.

Una teoría del conocimiento necesita analizarlo como fenómeno, es decir aislarlo de los cambios históricos y existenciales, sin importarnos si existe o no existe si es posible o no; o sea, poniéndolo entre paréntesis.

Vemos en primer lugar al sujeto que piensa, al sujeto que conoce y al objeto conocido, porque todo conocimiento surge de la dualidad o relación sujeto objeto.

Es una correlación irreversible porque no pueden pensarse el uno sin el otro, y en forma independiente no significan nada; y porque ni el sujeto se puede convertir en objeto ni el objeto se puede convertir en sujeto.

El sujeto capta al objeto mediante un pensamiento y este pensamiento del objeto lo modifica totalmente.

Por lo tanto, tenemos ahora al sujeto, al objeto y al pensamiento.

El objeto es trascendente con respecto al sujeto porque permanece siempre mediatizado por el pensamiento.

Un conocimiento es verdadero cuando coincide con el objeto, porque cuando no concuerda con el objeto no es conocimiento.

Si tenemos en cuenta que el conocimiento es correlación de sujeto objeto está dentro del campo de la psicología; si enuncia algo sobre el objeto está dentro del campo de la lógica y también está dentro de la ontología porque estudia lo que Es, lo que está ahí.

Es decir, que una teoría del conocimiento necesita un abordaje psicológico, lógico y ontológico.