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El Eclecticismo después de la Academia

Publicado por Christian

SénecaTanto el Liceo aristotélico como numerosas doctrinas tomadas del estoicismo, siguieron una orientación claramente ecléctica. Y es que los aristotélicos, durante los años siguientes, llevaron a cabo la recopilación y posterior publicación de las obras consideradas como esotéricas de Aristóteles; algo llevado a cabo por Andrónico de Rodas. Finalmente, Alejandro de Afrodisia se dedicó a comentarlas.

Conjuntamente, los últimos miembros del Liceo continuaron en la misma línea. Otros tantos, sin embargo, fueron absorbidos por el neoplatonismo.

Más tarde, el epicureísmo debió de ser tremendamente influyente, pero debido a los ataques que profería a la religión oficial, a la idea de fatal universal, y a los nuevos cultos orientales, fue muy perseguida. No en vano, la profunda y violenta enemistad de Lucrecio Caro (autor de De rerum natura), con Cicerón es algo más que conocida.

En cualquier caso, el escepticismo renació con Sexto Empírico y Enesidemo, resurgiendo luego el cinismo como respuesta a la corrupción moral existente en el propio Imperio, la miseria que afectaba al proletariado urbano y la manipulación que de la religión hacían los máximos gobernantes.

Destacó luego la Stoa, la cual se convirtió año tras año en la escuela más influyente de toda Roma. Se caracterizó tanto por su doctrina como por su cosmopolitismo, pues seguían un orden considerado como racional del Universo y ello servía de base ideológica al Imperio. Esta importancia se distingue y observa con la adopción, por parte de los estoicos, de algunas de sus doctrinas, momento en el que, el sabio considerado como «primitivo», se convirtió en un hombre que, finalmente, no intervendrá en política.

Panecio de Rodas (maestro de Cicerón) y Posidonio de Apamea destacan por su trabajo. En el primero, aparecerá una orientación religiosa que se irá imponiendo entre la Divinidad Suprema y el hombre, situando una jerarquía de dioses inferiores y demonios, que permitían en sí concebir el Universo como un todo continuo, jerarquizado. El segundo de éstos, por ejemplo, ejerció una importante influencia en el pensamiento romano, y es considerado como un sabio claramente universal, dado que, según citan las fuentes y sus propios trabajos, llevó incluso a cultivar todas las ciencias conocidas en su época. Obviamente fue ecléctico, admitiendo un cierto dualismo platónico al concebir el mundo dividido en dos zonas, cuyo vínculo era el hombre (recordemos, ser intermedio dotado de un alma inmortal y ya existente).

Luego siguieron Séneca, Musonio Rufo, Marco Aurelio y Epicteto. Éstos no son autores ni teóricos ni sistemáticos. Fueron mayormente prácticos considerados como moralistas, los cuales recomiendan la benevolencia universal, la adoración y obediencia a Dios, el sometimiento al destino.