Día de San Valentín
Dentro de dos días es San Valentín, aunque para mí lleva siéndolo desde hace un mes y se termina dentro de dos días. Esto no se debe a que mis días sean de más de 750 horas, sino al hecho de que trabajo como redactor en los blogs de varias empresas, en las que se venden diversos productos. Allí he escrito artículos sobre el día de San Valentín. Claro está, con un objetivo comercial. Y ha sido esto lo que me ha llevado a dedicarle un artículo en La Guía 2000, que no es un blog comercial.
¿Qué interés tiene el día de San Valentín?
En filosofía no se habla sobre este día, así que si este es un blog divulgativo y no comercial, ¿por qué dedicarle un post en la sección de Filosofía de La Guía 2000? Esta es una buena pregunta para la cual tengo esta respuesta: porque el día de San Valentín es, en mi opinión, un caso interesante de una vieja tradición, cuyo origen y sentido desconocemos, que se ha insertado en un nuevo sistema de creencias, con un sentido nuevo que sí conocemos.
El nuevo sistema de creencias es lo que llamamos, en sentido peyorativo normalmente, ideología capitalista, así que esta vieja tradición ha adquirido un nuevo sentido, acorde con nuestra forma actual de pensar y con nuestra forma de vida. Es más, el día de San Valentín, el 14 de febrero, es una fecha en la que la ideología capitalista alcanza su máxima expresión.
El día de San Valentín y el consumo de regalos
El sentido que en la ideología capitalista tiene el día de San Valentín gira en torno al consumo de regalos. Así, asociadas a este día están creencias como las siguientes:
(1) El amor se manifiesta a través de un regalo.
(2) Hay una fecha en la que el amor debe ser manifestado.
A esto hay que sumarle las leyendas asociadas a este día, que harían de él algo entrañable y que, con toda seguridad, son restos reciclados del sentido que esta celebración tenía en el pasado que sirven para hacer marketing y vender regalos (yo mismo las he utilizado para escribir textos comerciales y hacer que mis clientes vendan). Si comparamos el día de San Valentín con la publicidad de la Coca-Cola lo veremos claro: del mismo modo que esta bebida no es más que agua carbonatada con mucha azúcar y diversos extractos que le dan sabor (de vasinilla, por ejemplo), pero se vende como el «espíritu de la vida» y fórmulas similares, el día de San Valentín es uno como otro cualquiera, pero se adorna con leyendas sobre obispos llamados Valentín que vivieron hace casi 2000 años y fueron martirizados por crueles emperadores romanos por santificar relaciones amorosas. Y así la Coca-Cola es el «espíritu de la vida» y el día de San Valentín es «el día del amor».
Respecto de (1) y (2) hay que hacer un par de aclaraciones. Con «amor» nos referimos a lo que este día se entiende como tal: amor de pareja. En cuanto al término «regalo», decir que se entiende en un sentido amplio: un regalo puede ser un bien, por ejemplo una pulsera, o un servicio, por ejemplo una sesión de spa.
El papel del día de San Valentín en el sistema capitalista
Las creencias asociadas a este día, (1) y (2), permiten que el día de San Valentín desempeñe su cometido: aumentar los beneficios de los dueños de grandes almacenes y de los restaurantes de lujo, principalmente. De hecho, en muchos lugares del mundo, este día viene después de la campaña de rebajas, la cual viene tras las navidades. Las creencias (1) y (2) han sido creadas y difundidas por los dueños de las grandes superficies comerciales, principalmente, a través de los medios de comunicación. Por ejemplo, con series de televisión en las que los personajes le dan gran trascendencia a esta fecha.
Por otro lado, una vez (1) y (2) forman parte del sistema de creencias de los consumidores, guiarán a estos al centro comercial más cercano, el cual, con toda seguridad, espera obtener unos inmensos beneficios en esta campaña de San Valentín.