Filosofía de la Cultura-Parte II
La filosofía es el pensamiento que se refleja en la cultura del momento.
La población europea es predominantemente cristiana. Las civilizaciones que se desarrollaron en Grecia fueron las primeras en Europa, pero fue a través de los romanos que el Cristianismo entró en ese continente y fue su imperio el que difundió en los territorios conquistados la civilización que los griegos habían iniciado.
El afán de conquista de este imperio y su enorme poderío los llevó a la decadencia moral y a su derrumbe en el siglo V, provocando el desmoronamiento de la civilización clásica.
Recién en el Renacimiento, siglo XV-XVI, con los nuevos descubrimientos y el surgimiento de las ciencias naturales, cambia la forma de ver el mundo y comienza la tradición europea moderna.
La Reforma protestante en el siglo XVI, termina con el predominio de la iglesia católica en Europa, acentuándose la primacía de la rázón en el período de la Ilustración, de los siglos XVII y XVIII.
Los ideales de la Ilustración fueron los que inspiraron la Revolución Francesa que derribó a las más poderosas monarquías europeas y que dio lugar al movimiento hacia la democracia y la igualdad.
Los adelantos tecnológicos del siglo XVIII y las guerras flexibilizan el concepto del rol de la mujer en la sociedad, integrándolas al trabajo en las fábricas en plena revolución industrial que llevó a Europa a un predominio político y militar.
A comienzos del siglo XX, las potencias europeas se dividen, dando fin a la monarquía tradicional en Europa.
El relativismo cultural invade el pensamiento filosófico del siglo XX produciendo el deterioro de los valores y la pérdida de la fe.
La segunda guerra mundial es el fin del poderío militar europeo y el advenimiento del comunismo en Europa oriental. El pensamiento de Hegel y Marx, sustentan la revolución en 1917 en la Unión Soviética que comienza su aislamiento del resto del mundo occidental y que posteriormente dio lugar a la guerra fría.
El fenómeno de la globalización y la necesidad de apertura del mundo comunista hacia occidente producen el colapso del régimen comunista. Los países satélites de la Unión Soviética pasaron a ser independientes y comenzaron su democratización.
La caída del muro de Berlín fue un símbolo de la erradicación del último bastión comunista.
El avance de las comunicaciones ha hecho al mundo más pequeño y accesible; los viajes interplanetarios dejaron de ser una utopía para convertirse en posibilidades concretas.
El pensamiento del hombre ha adquirido una dimensión cósmica. Sin embargo subsisten problemas raciales, económicos y desigualdades que son los que sostienen aún hoy, contiendas bélicas
El materialismo dio lugar al endiosamiento de una nueva divinidad: el dinero; favoreció la pérdida de los valores absolutos y al desenfreno; produjo la indiferencia por las tradiciones y la irreverencia y determinó la disolución de la familia y la falta de educación y respeto de los hijos.
Ninguno está cómodo insertado en una cultura donde todo vale y donde todo se puede comprar y vender, incluso a las personas.
El pesimismo, la frustración y la pérdida del sentido de la vida traen la desesperanza y ésta a su vez sienta las bases de la decadencia moral y el fin de una cultura.
Sin embargo, surgen nuevos movimientos espirituales en todo el mundo basados en el reconocimiento que siente el hombre individual de su dimensión trascendente.
Ese sentimiento le permite experimentar por si mismo lo sagrado, por propia convicción, no por tradición.
(continúa Parte III)