El Valor Subjetivo del Trabajo
El trabajo puede ser motivo de alienación o de autorrealización y cada una de estas alternativas dependerá del sentido que cada individuo le otorga y de la satisfacción o no que siente por lo que hace.
Si todo el universo laboral trabajara en lo que realmente le gusta, seguramente el mundo sería un lugar mejor; pero en toda sociedad, los seres humanos tienen que obtener un sustento para satisfacer sus necesidades básicas; y no siempre están dadas las condiciones para que puedan lograrlo haciendo lo que les gusta.
En lugar de eso, la mayoría tiene que hacerse cargo de tareas que no tienen ninguna relación con su motivación personal y desarrollarla siguiendo pautas dirigidas sin tener la oportunidad de utilizar ni su creatividad ni su inteligencia.
En la búsqueda de la autorrealización, el individuo difícilmente puede aproximarse a sus aspiraciones y entonces decide alienarse aceptando formar parte de un engranaje donde muchos como él hacen lo mismo sin ninguna posibilidad de desplegar su autonomía.
La alienación en el trabajo ocurre principalmente en las sociedades altamente desarrolladas, cuando no se puede encontrar un sentido al trabajo.
Para no contribuir a desarrollar patologías sociales, el trabajo tiene que ser portador de un sentido, dado que la mayor parte del día se destina a la actividad laboral.
Aunque el problema de los individuos que se ven obligados a realizar tareas con techo, que no les permiten desarrollo personal, parece no tener solución; las posibilidades de capacitación pueden permitir a cualquier persona acceder con el tiempo, a otros puestos más adecuados a sus necesidades personales con mayores posibilidades de desarrollo.
Las empresas modernas tratan de aprovechar el potencial de sus empleados para ubicarlos en los puestos donde se sientan más a gusto y puedan tener un mejor rendimiento, porque cuidar los recursos humanos es fundamental para los que se atreven a pensar a largo plazo y proyectan ganar prestigio para su empresa.
Lo importante en un trabajo es tener motivación para hacerlo, sentirse a gusto en el ámbito laboral, ser aceptado por el grupo, poder hacer las tareas de acuerdo al propio criterio siempre que se cumplan los objetivos, recibir una remuneración justa y tener posibilidades de crecimiento en la empresa.
Por otro lado, fenómenos como la modernización de la economía exigen un mayor dinamismo y esfuerzo para poder competir en el mercado, lo que puede producir estrés, movilidad laboral, incertidumbre, despidos o cambios de tareas sin tener en cuenta las necesidades de los empleados.
En un estudio coordinado por Francois Dubet sobre la injusticia del trabajo en Francia, las encuestas realizadas para estimar el grado de satisfacción de los individuos en su desempeño laboral dieron resultados ambiguos, porque muchos de los entrevistados tuvieron un juicio negativo pero también positivo sobre su trabajo.
El trabajo ofrece la valiosa oportunidad de establecer relaciones sociales, o sea que todavía sigue siendo un factor importante de integración social.
Otras motivaciones valiosas son el deseo de sentirse útil, contribuir en parte al funcionamiento social; y poder ejercer la iniciativa y la responsabilidad.
La gente más adaptada y satisfecha con su trabajo pertenece a los planteles superiores, como los profesionales, los jefes, encargados, etc.; pero los que realizan tareas subordinadas o no calificadas, su trabajo los satisface un treinta por ciento menos.
En estos trabajos que no exigen una capacitación específica, lo que puede proporcionar satisfacción a un individuo es su agrado por el contacto con sus colegas y con el público, una retribución económica satisfactoria, y la agradable sensación de sentir que ha logrado la independencia económica.
Sin embargo, cualquier trabajo le puede brindar a una persona la oportunidad de expresar su personalidad y de desplegar una dosis variable de autodeterminación; porque no se trata tanto de lo que una persona hace sino de cómo lo hace y de cómo esa persona se puede distinguir y sentirse digna haciéndolo.
Fuente: “Filosofía hoy”; “Las grandes preguntas de la filosofía”; “¿El trabajo nos dignifica?”