El Neoclasicismo
El Neoclasicismo es una corriente literaria y artística que dominó Europa a mediados del siglo XVIII, que trata de imitar los estilos usados antiguamente y que se caracteriza por una actitud inseparable al espíritu de la Ilustración.
Es la razón, no las puras emociones la que desde esta perspectiva desempeña una función rectora y privilegiada, además de las ideas de orden, de lógica, de control afectivo, de sentido estético, de propiedad, de moral, y de formalidad.
Este nuevo gusto por la simplicidad de la antigüedad representa una reacción contra los excesos del arte rococó y se basa en la admiración por lo clásico y por la civilización grecorromana.
Ese siglo, gobernado por el signo de la razón, produce cambios en la sociedad y en la cultura; porque el neoclasicismo, nostálgico del arte clásico y en contra del barroco imperante en el siglo XVII, es el intento de la ilustración de considerar todas las áreas de la cultura y el conocimiento bajo el signo de la razón.
De allí proviene el ideal estético, de carácter racional y científico, el concepto de belleza basado en la proporción y la armonía; y la adopción del arte griego como modelo.
El arte se convierte en un reflejo de las virtudes cívicas y en un instrumento educativo. Se organizan exposiciones se inauguran museos y se crean las Academias, para difundir el nuevo estilo y para darles a los artistas una formación clásica.
La literatura del neoclasicismo se caracteriza por su contenido de ideas en forma de ensayos con una intención didáctica y un lenguaje claro y sencillo.
También predomina en este período la literatura epistolar, real o no, que muestra las costumbres, las conductas habituales y las ideas de esa época.
Es frecuente la organización de reuniones a las que asisten miembros de la nobleza y de la alta burguesía y donde científicos, pensadores, escritores y políticos tienen la oportunidad de discutir sobre distintos temas culturales, leer poemas o escuchar música.
Así, los salones literarios del siglo XVIII, son los espacios más destacados de la vida intelectual y social de la ciudad de París de esa época.
Estas tertulias, por lo general, las organizan mujeres destacadas de la sociedad con inquietudes políticas y artísticas.
El neoclasicismo propone, que a la luz de la razón, el bienestar es el objetivo principal del progreso, porque la razón no es sólo un método para llegar al conocimiento sino la forma en que se deben guiar las acciones para alcanzar felicidad, riqueza y justicia.
Las leyes permanentes de la moral natural junto a los altos ideales de la humanidad permitirán descubrir la relación entre el interés individual y el deber social.
Con este mismo objetivo, a fines del siglo XVIII surge la masonería en Inglaterra, institución en la que posteriormente participarán muchos pensadores de esa época.
La idea de progreso sirve, en ese momento histórico, como estímulo para desarrollar la economía, las ciencias y para mejorar el nivel económico, educacional y sanitario de la población, mediante la construcción de obras públicas, la modernización de las ciudades y la ampliación del sector educativo.
Este cambio permite en parte la desaparición de las grandes hambrunas que fueron comunes en siglos anteriores, que aunque ni bien no se logran erradicar totalmente, no tienen posteriormente la repercusión de otros tiempos.
Fuente: «Colección Grandes Pensadores»; «Rousseau, Vida, pensamiento y obra»; «Los cambios en la sociedad y la cultura»