La Revelación
Según Deepak Chopra, la creencia de que Dios es real se alcanza después de superar distintas etapas; y un ejemplo son los misteriosos viajes de los místicos.
Uno de esos viajes que lo fascinaron siendo niño, fue el de un médico indio perteneciente al ejército británico, que después de pasar por terribles experiencias y grandes sufrimientos se convirtió en un santo.
Lo conoció en Assam; era un viejo mendigo que permanecía sentado inmóvil debajo de un árbol próximo a la carretera.
La gente se sentaba junto a él para rezar por una curación o por un recién nacido y algunos afirmaban haber sido curados con su sola bendición.
Le decían el coronel, y el padre de un amigo de Chopra, que era periodista de la ciudad, le contó su historia.
Había sido un médico indio llamado Sengupta que cayó en manos de los japoneses en Birmania al final de la segunda guerra mundial.
Fué encerrado en un campo de concentración, donde el tratamiento que le daban a los prisioneros era espantoso; y cuando sus captores tuvieron que retirarse de esa posición, pusieron a todos en fila y los mataron de un tiro en la cabeza.
Por alguna razón, la bala que le correspondía a Sengupta solamente detonó pero no tenía proyectil y solamente perdió el conocimiento, pero fue dado por muerto y tiempo después se despertó medio ahogado debajo de una pila de cadáveres.
Sengupta tardó meses en llegar a la frontera de India, después de una penosa marcha durante la cual sufrió grandes penurias, hambre y temor de ser atacado por los animales salvajes de la jungla.
Cuando llegó finalmente a Calcuta se dirigió al cuartel general del ejército británico para informar sobre su terrible experiencia pero los ingleses no le creyeron y lo arrestaron como sospechoso de espionaje, confinándolo a una oscura celda e interrogándolo diariamente hasta el día de su corte marcial.
Quebrado emocionalmente y físicamente, y sin poder comprender las circunstancias que lo habían llevado de una prisión a otra, sufrió una suprema transformación; y en lugar de la inmensa desolación y amargura que estaba padeciendo solamente sintió completa paz, su cuerpo y mente sanaron, dejó de resistirse a los hechos y de luchar y muy calmo esperó la sentencia.
Curiosamente, el fin de la guerra hizo que los británicos decidieran creer su historia; y a los pocos días fue liberado, fue condecorado por su valor y recibió el tratamiento de un héroe.
Pero él permaneció tan insensible a las alabanzas como antes lo había sido al sufrimiento, decidió abandonar la medicina y se convirtió en un monje peregrino.
Cuando envejeció, encontró ese árbol en Assam y se sentó definitivamente a descansar.
La gente del lugar lo llamó el coronel, seguramente porque sabía su historia a través del mismo periodista de esa ciudad, padre del amigo de Chopra.
Es indudable que las experiencias tan extremas que le tocaron vivir a Sengupta, fueron para él, el viaje místico que lo llevaron a convertirse en un santo; al permitirle conectarse con la zona invisible, que es donde ocurren las transformaciones, y elevarse a un nivel superior que él percibió como Dios; porque la revelación de Dios es un proceso posible para nuestro cerebro, que ha evolucionado para hacer que estas elevadas aspiraciones humanas sean reales.
Aunque no todas las personas están en el mismo nivel, todas tienen la evolución necesaria para alcanzar esta visión del espíritu que es ilimitada.
El despertar de la conciencia es un proceso a través del cual se revelan de una nueva manera, el espíritu, el alma, el poder y el amor verdadero.
Fuente: “Conocer a Dios”, Deepak Chopra, Edic. Plaza & Janés, 2000.