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Osho y la personalidad

Publicado por Malena

Osho y la personalidad

Si una persona conoce su propio valor no tiene que preocuparse por lo que piensan los demás, por eso es importante conocerse, porque sólo el ego es el que depende de las opiniones de los otros.

El ego tiene que transar para quedar bien, pero el verdadero ser no.

La gente se preocupa por saber cómo hay que hacer para tener amigos o para relacionarse con los demás; entonces compran libros que enseñan esas técnicas. Pero sólo logrará hacer amigos como él, dispuestos a transar y a relacionarse para obtener la aceptación.

Si no se cumplen las expectativas ya no serán amigos y si en cambio se está dispuesto a ser como ellos esperan, uno se esclaviza.

Este proceso que consiste en vivir para agradar a otros y así lograr ser aceptado, hace que la vida sea una constante frustración y un perfecto fracaso.

El hombre tiene miedo a lo desconocido, de ser rechazado, de fracasar, de vivir y de morir.

El hombre que no tiene miedo es el que sabe que es inmortal y que ha llegado a comprender su interioridad, entonces puede tener valor y arriesgarse a lo desconocido.

El ego está tan acostumbrado a mentir que miente también sin motivo. Es una forma de ser y de gastar energía.

Todos anhelan alcanzar un objetivo y ese objetivo los mantiene tensos y angustiados, y así pasan la gran parte de sus vidas. Pero las metas son como el horizonte, nunca se alcanzan, porque cuando creemos que nos acercamos a ella se vuelve a alejar.

Esa esperanza es la que les destruye la vida, no se dan cuenta que la meta sólo se encuentra aquí y ahora.

El sentido del tacto se está perdiendo, sin embargo es ese sentido el que nos hace sentir vivos. La gente está tomando cada vez más distancia de los otros y además se sirve de intermediarios electrónicos, satisfechos de no tener ningún contacto personal.

Las personas duras desperdician sus vidas, porque como la vida no puede penetrar en ellas les pasa por al lado.

Ser tierno se considera una debilidad, porque para competir hay que ser duro. Sólo cuando renunciamos a la competencia podemos ser tiernos.

Existen personas que son tibias porque se contienen. No se atreven a participar intensamente en nada y pretenden estar de los dos lados, porque si uno les falla les queda el otro. Sólo se tiene conciencia cuando no permanecemos divididos y logramos la unidad.

La timidez no es una característica de personalidad, es un síntoma de egoísmo, porque es parte del ego y es el miedo a lo desconocido; y cuanto más egoísta es una persona más tímida es, ya que se retira de todo lo nuevo demostrando ser sólo un necio.

Los tímidos tienen una agresividad sutil y una estrategia de guardar las distancias para poder huir si le conviene. No se comprometen ni alternan con la gente desconocida; es una buena excusa para disimular el ego.

La persona que trabaja con amor es como si meditara; puede trabajar por dinero y eso está bien, pero el dinero no lo es todo.

Trata de hacer tu trabajo con más cuidado y con entusiasmo y podrás cosechar mejores placeres.

La peor traición es la que se hace uno a si mismo, perder la oportunidad de ser feliz y desperdiciarla. Ser fiel a uno mismo es la única lealtad necesaria para vivir.

Fuente: «El ABC de la iluminación», Osho