Las Enfermedades y sus Símbolos-Tercera parte
Cada zona del cuerpo nos indica en qué parte de la vida nos sentimos culpables; y la gravedad de la enfermedad o de la lesión y el tiempo que nos hace sufrir equivale al castigo que necesitamos.
La anorexia y la bulimia son dos patologías que representan los límites del odio a uno mismo, o mejor dicho, del odio a la idea que cada uno tiene de sí mismo.
El que ha vivido en un ambiente donde abundaba la crítica, o ha tenido maestros que lo criticaban o era en la iglesia donde lo criticaban, puede haberse formarse la idea de que no es aceptado como es.
La moda exige un modelo de cuerpo esquelético y todo lo que no se parece a él es considerado inservible. Sin embargo, esta idea de uno mismo se puede cambiar, porque lo que importa no es lo que opinan desde afuera sino la propia aprobación y aceptación interna.
La artritis la provoca una permanente actitud crítica, crítica hacia uno mismo y también a los demás; porque el hipercrítico es perfeccionista, o sea exige la perfección en todo.
La crítica nos exige ser perfectos y servir para algo para ser aceptados; pero la realidad, es que nadie es perfecto.
El asma es el símbolo de un amor que asfixia y que no permite respirar por sí mismo.
Los niños asmáticos se subestiman, se sienten culpables, indignos y merecedores de castigo; sin embargo, un cambio de aire los puede curar, principalmente si van sin su familia.
Todas las inflamaciones, abscesos, quemaduras, fiebres o llagas, representan ira que se expresa con el cuerpo. La ira contenida hay que dejarla salir, pero como eso es algo que da miedo porque puede destruir nuestro mundo; simplemente se puede erradicar diciéndonos a nosotros mismos, “estoy enfadado por esto…” aceptando ese sentimiento y descargando así nuestro enfado.
El cáncer simboliza un profundo resentimiento muy antiguo que va consumiendo el cuerpo. Puede ser una experiencia de la infancia que destruyó la confianza.
Los tumores son falsos crecimientos, heridas que cultivamos y no dejamos cicatrizar.
Louis Hay, que tiene 86 años y que se curó de un cáncer, afirma que la clave de la curación del cáncer es amarse y aceptarse, perdonar y perdonarse.
La obesidad simboliza la necesidad de protección; el obeso quiere protegerse de las críticas, de las agresiones, de los abusos, de la sexualidad o del miedo a la vida.
La mejor dieta para esta escritora es amarse, aprobarse y hacer dieta de pensamientos negativos.
Cualquier dolor es algún tipo de culpa, porque la culpa busca el castigo y el dolor es un castigo. La culpa es un sentimiento inútil, pero puede arruinar una vida; y cuando uno se perdona la deja ir.
Las embolias representan obstáculos que no dejan fluir la alegría ni el amor por el cuerpo. Un ataque debido a una embolia obliga a cambiar de dirección.
La rigidez del cuerpo es rigidez de la mente y la parte del cuerpo que se pone rígida es la que indica el patrón mental en que somos inflexibles.
Somos un cuerpo unido a una mente y depende de nuestros pensamientos tener un cuerpo saludable o enfermo.
Fuente: “Usted puede sanar su vida”; Louis L. Hay.