Filosofía

La Sombra

Publicado por Malena

C.G. Jung, uno de los psicólogos más destacados, fue el que utilizó esta palabra para referirse a lo que todos escondemos y reprimimos, de lo que nos sentimos culpables o avergonzados.

Todos albergamos en lo más profundo de nosotros mismos una fuerza oscura. Es la sombra, nuestra parte maligna.

Deepak Chopra comparte el pensamiento oriental al afirmar que el mal no es distinto del bien, sino que es una forma que puede adoptar la conciencia.

El potencial del bien y del mal existe en cada uno de nosotros. Son las experiencias infantiles las que moldean esas fuerzas en forma muy compleja, las que influirán en nuestras decisiones y en nuestra conducta y las que harán que nuestra conciencia crea que son buenas.

Las personas que han sido castigadas por sus padres siendo niños también serán golpeadores; y los que han sido abusados, abusadores.

La dinámica de la violencia es tan poderosa que nos condiciona y no nos permite tener la libertad de elegir ni reflexionar.

El mal es el resultado del bajo nivel de conciencia.

El mal es hacer daño a otro o esclavizarlo; es la guerra y el desorden; es la tortura física y mental y es coartar la libertad individual.

Pero para cada nivel de conciencia el significado del mal es distinto.

Para algunos el mal puede ser no poder ganarse la vida y el bien sentirse seguros económicamente.

Para otro nivel de conciencia el peor mal puede ser estar privado de la libertad de pensamiento y vivir en el caos y la confusión; y el bien es tener paz interior.

Un nivel más alto de conciencia ve el mal en no poder expresarse o ser forzado a pensar como otros.

Las personas profundamente espirituales no consideran el bien y el mal antagónicos sino que tienen una postura más flexible; el bien es lo nuevo, la libre expresión y veneran tanto los aspectos luminosos como los oscuros de la vida.

El nivel más alto de conciencia considera el bien y el mal, la luz y la oscuridad, como ilusiones.

El mal no puede convertirse en nuestro enemigo sino que es el aspecto no aceptado de uno mismo, que se proyecta en los demás y en el mundo; y ambos aspectos son necesarios para vivir.

El mal existe en todos como la sombra, cualquiera sean las experiencias que hayan tenido.

La sombra es liberada en las situaciones nuevas que son semejantes a las que moldearon nuestra conciencia.

Las situaciones que liberan las fuerzas de la sombra son: la falta de compromiso; el anonimato; los entornos inhumanos; ser testigos pasivos de mala conducta; contextos rígidos de poder; el caos y el desorden; la ausencia de significado; la violencia; la mentalidad oposicionista y la falta de responsabilidad.

Si se presenta la circunstancia adecuada, la sombra de cualquier persona emergerá a la superficie.

La sombra es personal y al mismo tiempo universal; la oscuridad la distorsiona; su fuerza es una manera de llamar la atención, pero si la hacemos consciente se disipa.

La sombra no es mala ni buena, es oscura, secreta, peligrosa, irracional, primitiva y está envuelta en el mito.

Fuente:”El libro de los secretos”; Deepak Chopra.