Palabras del Dalai Lama sobre la Relación intima
El Dalai Lama sostiene que nunca se siente solo, porque acostumbra a ver en las personas su lado positivo y esa actitud crea inmediatamente una conexión.
Sucede que la gente tiene miedo cuando se relaciona, creando expectativas de rechazo que no le permiten abrirse a los demás.
El concepto clave que utiliza para llegar a ese estado de apertura es el de la compasión, o sea, que cuando uno logra acercarse a los demás con una disposición compasiva, podrá disminuir sus temores y actuar sin ninguna expectativa.
Esa actitud compasiva es la llave que hace posible recibir afecto, o bien una respuesta positiva, y además permite una mayor flexibilidad para ver con más claridad los puntos de vista del otro.
Por lo general la gente suele permanecer expectante frente a los otros antes de actuar, esperando que sean ellos los primeros en abrirse de una manera positiva, en vez de tomar la iniciativa, y esto se transforma en una barrera que por lo general provoca el aislamiento.
El problema del sentimiento de soledad está generalizado en nuestra época y este fenómeno se está comenzando a estudiar científicamente, dado que la mayoría de las personas alguna vez experimentaron sentirse solos.
El Dalai Lama no cree que se puedan mejorar las relaciones interpersonales utilizando solamente técnicas porque está convencido que esto depende directamente del cultivo de la compasión en la vida cotidiana.
La compasión es lo que pone en acción la perfección que está en todos nosotros, nos dice. Según la doctrina budista, son los méritos acumulados por las personas las que determinan la condición de sus reencarnaciones futuras.
Existen dos maneras de acumular méritos, una forma es ser respetuoso, y tener fe y confianza en los budas o seres iluminados; y la otra es comportarse amablemente con los demás, ser generoso, tolerante y no cometer delitos violentos como robar, hacer daño o matar, ni tampoco mentir.
En realidad, los otros se convierten en la posibilidad de incrementar nuestros méritos.
No hay que olvidar que si observamos la realidad, podremos darnos cuenta que nuestra propia felicidad, salud, comodidad y todos los demás ámbitos de la vida, dependen de nuestros semejantes, porque existen gran cantidad de personas que han participado para que podamos disfrutar de todas las cosas que tenemos y que necesitamos para vivir.
El sentimiento de independencia que tanto apreciamos los occidentales es pura ilusión cuando nos damos cuenta lo mucho que dependemos de los demás en todo sentido.
La facilidad para compartir las experiencias y los propios sentimientos y preocupaciones, permite crear una relación de intimidad con los otros que pueden así participar en ese proceso y aumenta la capacidad de hacer amigos con facilidad, y no distrayéndolos solamente con conversaciones superficiales.
Existen muchos tipos de relaciones íntimas que no solo se limitan a las relaciones de pareja, y éstas son fundamentales para los seres humanos, los hace más fuertes y les brinda la posibilidad de disfrutar de la vida.
Las personas que tienen amigos íntimos son los menos vulnerables frente a los grandes desafíos de la vida.
Estudios realizados en el Centro Médico de la Universidad de Duke, Estados Unidos, con la participación de más de mil pacientes que padecían enfermedades cardíacas desde hacía cinco años, revelaron que aquellos que no tenían pareja o confidente íntimo morían en una proporción tres veces mayor que los que estaban casados o amigos íntimos.
Otro estudio efectuados con miles de habitantes del condado de Alameda, en California, USA, durante nueve años, demostró que quienes tenían mayor contención social y relaciones íntimas tenían menores índices de mortalidad y de cáncer, comparados con personas que vivían en estado de aislamiento.
Esta condición también se reflejó en las investigaciones realizadas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nebraska sobre ancianos.
En general, todos los investigadores han llegado a la misma conclusión, con respecto a la relación entre las relaciones íntimas y la salud.