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La Filosofía Interior

Publicado por Malena

La Filosofia Interior

Los hombres sabios son los videntes que dominan el conocimiento total del hombre, tanto del cuerpo como del alma.

Ese sabio es el que todos llevamos en nuestro interior pero que ignoramos, y que siempre pugna por salir. Es el que sabe todo y el que nos puede iluminar y guiar en la vida.

Cuando no se escucha la voz interior los seres humanos pierden el sentido de su lugar en la naturaleza y del mundo y se sumergen en el abismo profundo de la infelicidad.

En su libro “El regreso del maestro” Deepak Chopra nos relata muchas de sus experiencias como médico recién recibido mientras prestaba servicios en hospitales públicos de los Estados Unidos.

Fue una etapa de su vida alucinante donde llegó a destacarse pero también donde se encontró a si mismo.

Se dio cuenta en su trabajo que la medicina que él había aprendido había perdido sus ideales para convertirse en una práctica rigurosa destinada a reparar cuerpos enfermos.

Los médicos antiguos creían que el hombre y la naturaleza estaban dotados de inteligencia y alma y que cada partícula en el mundo viviente tenía un rol destinado a proporcionar bienestar al ser humano; y los hospitales eran similares a templos. Hipócrates por ejemplo, estaba convencido que la naturaleza era la que curaba las enfermedades.

La ciencia actual intenta entender al cuerpo por unidades cada vez más pequeñas y en este proceso cada día más, pierde de vista al enfermo, sin tener en cuenta el incremento de los costos que se elevan en forma directamente proporcional a su complejidad creciente.

En Occidente, se considera que la medicina oriental se fundamenta en la mística, sin embargo también cura; y además trata de ignorar que la práctica actual de un médico clínico convierte su vida profesional en un calvario.

A Chopra le tomó largo tiempo el darse cuenta que lo más importante para un médico es confiar en la naturaleza y sentirse satisfecho consigo mismo. Porque es verdad que el mayor temor del hombre es encontrarse un día con su propia sabiduría porque lo obligará a enfrentar al mundo y estará solo.

Chopra redescubrió el Ayúrveda, una antigua medicina de la India y creyó en ella, pero para lograrlo tuvo que cambiar su cosmovisión y enfrentarse con todo un sistema.

El Ayúrveda, a diferencia de la ciencia tradicional, se toma muy en serio lo que el paciente piensa y cree. La subjetividad es lo más importante, porque cuando creemos algo nos convencemos hasta la última de nuestras células.

Chopra tuvo que atender una vez a un paciente en una visita de rutina, que estaba obeso, tenía los pies hinchados, el rostro enrojecido y que jadeaba al respirar.

Había llegado tarde porque su avión había tenido que reabastecerse de combustible. Trabajaba veinte horas por día y fumaba tres paquetes de cigarrillos diarios, además de tomarse las copas de whisky que le apetecían. Y hacía cuarenta años que vivía de ese modo.

Cuando le preguntó cómo se sentía le dijo que más que bien, de maravillas, pero las pruebas revelaron que tenía cirrosis hepática.

Chopra consultó al médico en jefe porque no supo qué decirle y éste le contestó que hacía veinte años que ese paciente estaba igual y que no le dijera nada; y agregó, «No podemos saber qué es lo que hace que pueda seguir viviendo así, pero lo peor que se le puede hacer a este paciente es tratar de cambiarle sus costumbres. Él cree que está bien y eso es lo más importante».

Hay muchas personas de edad avanzada que pueden tener tumoraciones varias en su cuerpo que ignoran, sin embargo viven normalmente y fallecen de otra cosa.