¿Qué es el Ser? Introducción a la Ontología
La filosofía se ocupa de dos grandes cuestiones, de la Ontología, que es la teoría del ser en general, no a un ser concreto y de la Gnoseología que es la teoría del saber, del conocer.
¿Qué es el ser? Es la pregunta que se hace la Ontología, pero es imposible definirlo, porque implicaría reducirlo a elementos más generales que el ser y un concepto más general que el ser no existe.
Hegel termina identificando el concepto de ser con el concepto de “nada” porque del ser no se puede predicar nada y se puede predicar todo, que significa lo mismo que nada.
Lo único que puede hacer la Ontología es señalar al ser, o sea dirigir la intuición hacia donde se encuentra el concepto de ser y preguntar ¿quién es el ser?
Señalar ¿quién es el ser? Supone distinguir el ser auténtico del ser inauténtico o falso, o sea entre el ser que es y el ser que n es, como decían los filósofos griegos, entre ellos Platón.
El ser que no es de verdad es el que se puede descomponer en otros seres que no son él, en cambio el ser de verdad no se puede definir ni reducirlo a otros seres.
Para aclarar este concepto se puede distinguir entre el ser en si y el ser en otro.
El ser en sí es auténtico y no reductible, el ser en otro es inauténtico, porque ni bien lo examino me doy cuenta que es el conjunto de otros seres, o sea que consiste en otra cosa, por lo tanto no puede ser un ser en si mismo, sino un ser en otro.
La palabra ser tiene entonces estos dos significados, ser en sí y ser en otro que son equivalentes a la existencia y la consistencia.
La palabra ser significa por un lado existir, estar ahí y por otro consistir, ser esto o lo otro.
Cuando nos preguntamos ¿qué son las cosas?, nos referimos no a si existen o no, sino cuál es su esencia, en qué consisten.
¿Qué es existir? ¿Quién existe? ¿Qué es consistir? Y ¿Quién consiste?
Para la primera pregunta no hay definición, porque definir es decir en qué consiste algo y consistir es diferente a existir.
Por lo tanto, existir no consiste en nada, ya que la existencia no puede ser definida. Solamente cada uno de nosotros lo sabe por experiencia propia.
La segunda pregunta: ¿quién existe? Se puede contestar de varias maneras, por ejemplo, yo existo, el mundo existe, las cosas existen, Dios existe.
También se podría decir que yo existo pero las demás cosas son mis representaciones, cosas que percibo pero que no son realidades verdaderas en si mismas sino en mi.
O bien podríamos contestar ni yo ni las cosas existen, sólo Dios existe y todo lo demás, incluso nosotros mismos existimos en Dios, o sea que somos un ser en Dios.
La tercera pregunta ¿Qué es consistir? Se puede decir en qué consiste la consistencia, porque unas cosas pueden consistir en otras pero no todas consisten en la misma, de modo que hay varias maneras del consistir.
El estudio de todas esas formas de consistir constituye una parte importante de la ontología.
La cuarta pregunta ¿Quién consiste? Tampoco tiene respuesta alguna, porque si no sabemos quién existe tampoco podemos saber quién consiste.
Por lo tanto, la ontología se reduce a dos preguntas: ¿quién existe? Y ¿qué es consistir?
Para la primera pregunta ¿quién existe?, hay muchas y variadas contestaciones filosóficas para responder ¿quién es el ser en sí que no se reduce a otro? Y todos los demás seres serán seres en ese en sí.
La metafísica es la parte de la ontología que se ocupa de contestar la pregunta ¿quién existe? O sea del problema de la existencia en sí.
De la pregunta ¿qué es consistir? Se ocupa la teoría de la objetividad, es decir, la teoría de la consistencia de los objetos en general.
La ontología entonces se divide en 1) la metafísica y 2) la teoría del objeto o teoría de la consistencia en general.
Fuente: «Lecciones preliminares de filosofía», Manuel García Morente