Filosofía

Las Ideas

Publicado por Ruben Avila

las ideasPlatón, como ya vimos en un artículo anterior, considera que la belleza es objetiva, no depende del sujeto, y que reside en la medida, en la proporción, en la armonía. A pesar de esto, no se le puede adscribir a la corriente formalista. Aunque considere la forma de vital importancia, tanto en la belleza como en el arte, la considera como la marca de cómo están dispuestos los elementos, no como la apariencia de las cosas. Es decir, aunque elogie las formas, las formas bellas, no coloca a estas últimas en un escalón por encima del contenido. Algo que queda patenten en su idea de que la belleza más perfecta se logra uniendo la externa y la interna.

Otra idea de belleza

Platón desarrollo su teoría, y sus escritos, durante más de cincuenta años, en los que su pensamiento se fue modificando y algunas de sus ideas modificadas. Sobre todo, si tenemos en cuenta que sus concepciones sobre la ética, la política, la lógica o la estética, formaban parte del mismo sistema filosófico, es fácil entender que la transformación de una idea trastocase el resto. Y, claro, que su teoría ética regase de conceptos la estética y así sucesivamente. Esto último ocurre con su idea de belleza.

A lo largo de su vida, Platón fue perfilando sus ideas filosóficas idealistas, según las cuales el mundo, además de cuerpos, está formado por almas (más perfectas que los cuerpos), y a parte de objetos sensibles, también está habitado por Ideas eternas (más perfectas que todo lo demás). Esto es algo que estudiamos todos en el bachillerato, recordar si no la alegoría de la caverna, así que no creo que merezca la pena dar más explicaciones al respecto.

Pero, claro, si existe algo más además de cuerpos, si nos encontramos con almas e Ideas eternas, es evidente que la belleza no se puede detener en lo físico, en las formas. Tiene que haber otra, o la misma pero ampliada, que alcance a lo no sensible.

Esta concepción filosófica trajo consigo, de manera inercial, que las ideas estéticas de Platón, en su madurez, transmutasen, al defender una espiritualización y una idealización de la belleza, llevando a un cambio importante de su estética, pasando de la experiencia a la construcción.

Lo más hermoso: las Ideas

Ahora Platón no deshecha que una persona sencilla guste de los cuerpos y las formas hermosas, sin embargo, considera que las acciones y los pensamientos son más hermosos que los cuerpos y las formas. Es decir, la belleza espiritual es superior a la que aprehendemos con los sentidos. Sin embargo, a pesar de su superioridad, no llega a ser lo más hermoso, no están en el pedestal de la belleza.

La belleza máxima, la belleza misma, sólo la encontraremos en las Ideas. De hecho, si los cuerpos y las almas llegan a ser bellas es gracias a las Ideas, por ser semejantes a ellas. Por lo mismo, si los seres humanos llegamos a realizar algo bello es gracias a sus semejanzas con las Ideas.

La belleza de la Idea es la única eterna. De ella, Platón asegura que «cuando la veas, no te parecerá que es comparable ni con el oro, ni con los vestidos, ni con los niños y jóvenes bellos».

Esta nueva concepción platónica de la belleza es realmente la transgresora, que nadie mantuvo hasta su llegada.

Imagen: pedrogarciamartin.blogspot.com.es