Características del arte
El concepto de arte aristotélico domino durante prácticamente dos milenios, en los que se consideró que el conocimiento y la producción eran las claves de la consideración artística. Ha sido relativamente hace poco cuando se comenzó a considerar el arte como algo más restringido, que atañaba a las “bellas artes”, excluyendo al resto de actividades humanas. También se relegó la producción enfatizando el producto, la obra acabada. Por último, los artistas modernos también se han deshecho de las normas, de las leyes, siendo el producto, si es satisfactorio o no, lo que marcará su valor artístico.
Pero hemos avanzado demasiado en el tiempo, estábamos con Aristóteles y conviene que volvamos a él, para seguir nuestra cronología.
Arte y materia
Una de las características de Aristóteles, como ya lo hemos puesto de manifiesto en otro artículo, era su meticulosidad. No sólo fue capaz de abarcar muchos y variados ámbitos del conocimiento, sino que además todos y cada uno de ellos los afrontó con el mayor rigor del que era posible, tratando de profundizar en todos los aspectos y fenómenos de cada disciplina. Lo cual no implica que errará, claro está.
En este sentido, nos encontramos con su análisis del tratamiento de la materia por parte de los artistas. Según el pensador griego el arte hacia uso de la materia en 5 formas diferentes. A saber: transformación, adición, sustracción, composición; cambio.
La transformación, por ejemplo, la practican los escultores al moldear estatuas en bronce; la adición o sustracción la llevan a cabo aquellos que esculpen esculturas en piedra; la composición, crear materia, se realiza en la arquitectura.
Este análisis pormenorizado que elabora Aristóteles sobre aspectos técnicos, algo que otros pensadores como Platón o Sócrates ni se habrían planteado, es, como asegurábamos, fruto de su ansia investigadora, de su necesidad de precisión.
Las condiciones del arte
Respecto a las condiciones del arte, Aristóteles aseguraba que eran tres: conocimiento, eficiencia y capacidad innata.
El conocimiento al que se refiere el filósofo estagirita no es precisamente uno exclusivamente teórico, pero tampoco uno completamente práctico. Es más bien un conocimiento general, incluyendo en él las normas de comportamiento, que se obtiene a través de la abstracción, generalización de experiencias. Por su parte, la habilidad, sí que sería ese conocimiento práctico, y que respondería a la eficiencia. El arte, al parecer de Aristóteles y la mayoría de los griegos, tiene que ser aprendido y mejorado con el tiempo. Sin embargo, sin una capacidad innata no se podrá hacer nada. Quien no tenga una cierta capacidad para dibujar, por mucho que se esfuerce no llegará a ser un gran dibujante, y no elevará su vuelo más allá de, como mucho, una encomiable mediocridad. Encomiable por el esfuerzo, no por el resultado final, claro.
Así que estos serán, a decir de Aristóteles, los pilares en los que se tendrá que sustentar todo artista para llegar a ser reconocido como tal. Recordemos que en este sentido artista no solamente sería el pintor o el escultor, también lo sería el zapatero o el herrero.
Imagen: 1900style.es