Filosofía

Camino

Publicado por Ruben Avila

caminoLos estoicos introdujeron en el ámbito de la creación artística una novedad notoria, si tenemos en cuenta la tradición griega hasta entonces. Y es que para los griegos solamente las ideas y los sentidos tenían influencia a la hora tanto de crear una obra de arte como a la hora de verla o escucharla o… Es decir, tanto para el creador como para el espectador u oyente, su conocimiento junto con lo que los sentidos eran capaces de aprehender, era lo único importante en el ámbito de la creación artística (en el primer caso) y en el de la, por decirlo de alguna forma, degustación artística (en el segundo caso).

Sin embargo, como decimos, los estoicos introdujeron una tercera idea, la de la imaginación, que Zenón denominó como “phantasia”. Desde entonces la capacidad de imaginar, sería fundamental para entender la creación artística. Y también, claro, lo sería para entender por qué podemos llegar a disfrutar con el arte.

El arte según los estoicos

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos analizar de manera somera qué suponía el arte para los estoicos. Aunque antes conviene puntualizar que le dedicaron menos tiempo y atención que a la belleza, así que tampoco deberíamos esperar mucho de sus juicios.

Así, en principio, se atuvieron a la concepción general de la época, por la que el arte no sólo se refería a las bellas artes, sino que englobaba a todos los productos de la creación humana. Es decir, además de a la pintura y a la poesía, incluían la zapatería o la herrería (por poner dos ejemplos).

Sin embargo, no se limitaron a heredar la idea, sino que trataron de desarrollarla, asumiendo el arte como un “camino”. Es decir, el arte para serlo realmente, necesita de una finalidad que debe seguir, una meta que le mostrará el camino a seguir. «Según muestra también Zenón al decir: “el arte es una facultad que abre caminos”, es decir, que hace algo por medio de un camino y un método». Y lo mismo decía Cleantes, según nos cuenta Quintiliano, para el que el arte era «un poder que hace un camino, es decir, un orden».

Así que el arte debe ser ordenado, para de esta forma poder seguir un fin, su finalidad. De lo contrario, no será arte.

Es por esto que los estoicos empleaban, podían hacerlo, el término sistema, que podemos entender como «un conjunto sólidamente unido». Así, según Olimpiodoro «Zenón dice que el arte es un conjunto de percepciones organizadas con vistas a un fin útil en la vida» y Séneca aseguraba que «no es arte lo que llega a su cumplimiento por azar».

Un producto humano que sea fruto del azar no será, entonces, arte. Tiene que tener un orden, un fin y haber sido elaborado conscientemente, con un plan predefinido. Así, sí, será arte. Dará lo mismo que el plan sea para crear un zapato, un barco, un cuadro o un poema, siempre y cuando mantenga el rumbo prefijado para lograr su fin deberemos considerarlo como arte.

Imagen: misraicesentusaguas.blogspot.com.es