Filosofía de 6000 millones de Otros
En el canal Encuentro, de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, pude ver un programa denominado “Seis mil millones de otros”; que muestra un proyecto del fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, dedicado a la diversidad social, cuya filmación duró cuatro años, en el que registró cinco mil entrevistas, a personas diversas de setenta y cinco países del mundo , que se atrevieron a mostrar su rostro y a dar sus propias respuestas personales a 40 preguntas existenciales.
Los temas abarcan opiniones como por ejemplo, qué piensan sobre sus propias vidas, cuáles fueron sus expectativas, si lograron lo que se propusieron, si son felices, qué es lo que les produce mayor sufrimiento, qué es el amor, qué es la felicidad, qué piensan de la guerra, a qué se dedican, qué piensan de sus familias, qué piensan sobre la libertad, qué significa para ellos la muerte, etc.
Esta documental no muestra más que algunos ejemplos en forma fragmentaria de modo que cada uno de los que figuran en la película expone sobre iguales o diferentes temas.
Japón – Un hombre ya mayor con señales en su rostro y cabeza de viejas heridas que relata su experiencia durante la explosión de la bomba atómica, cuando él tenía veinte años y se encontraba a sólo un kilómetro del centro de la detonación.
Sufrió quemaduras muy graves en todo el cuerpo y sólo atinó a quitarse la ropa y correr durante más de quince minutos, sin poder evitar sufrir graves daños más el efecto de la radiación.
Después de la explosión la atención de los heridos representaba grandes obstáculos porque los médicos no sabían como tratarlos ya que no existían experiencias previas.
Sin embargo, los sobrevivientes recibieron un pronóstico desalentador por parte de ellos, sólo tenían una perspectiva de vida de dos o tres años como máximo, por lo tanto, los que se mejoraron, como él, no podían encontrar trabajo ni tener esposa o esposo, ya que su condición los descalificaba.
Él se había enamorado de una joven pero los padres de ella no aprobaron esa relación, de modo que decidieron suicidarse juntos.
Como fallaron en el intento de quitarse la vida tomando pastillas para dormir, se despertaron juntos y decidieron que el destino también había dispuesto que tampoco en la otra vida podían encontrarse.
Sin embargo, luego de un tiempo consiguieron la aprobación familiar, se casaron y fueron muy felices. Esa fue la felicidad para él.
Cuba – Una mujer que deseó fervientemente ser bailarina y también estudiar y trabajar como estomatóloga. No pudo conseguir sus objetivos. Vivió en la pobreza extrema incluso en la década de los noventa. Los sueldos de los profesionales son muy bajos y no alcanzan para sobrevivir, de modo que hay que dedicarse a otra cosa.
La libertad le provoca una risa nerviosa, no existe.
La felicidad para ella es su hijo que está estudiando en la Universidad pensando que va a tener la oportunidad de un destino diferente.
Australia – Una mujer que afirma que sólo existen momentos felices, que hay que aceptar la realidad y sólo hay que vivir el presente, porque el futuro no existe. Sobre la muerte, piensa que seremos abono para bellos árboles.
Portugal – un taxista que siente que su mayor dolor es perder a sus seres queridos pero que él no le teme a la muerte. Le hubiera gustado ser piloto de avión y volar, estar en el aire, pero apenas puede manejar un taxi. Afirma que le gusta más reír que llorar, y que es perezoso porque no le gusta hacer esfuerzos, pero que está tranquilo.
Nepal – Un hombre que es feliz haciendo felices a los demás porque eso es lo único que lo hace feliz. Para él, la muerte no es el final así como el nacimiento no es el principio.
En Nepal, dice, todos sonríen. A mi me dicen que tengo una cara graciosa porque por lo general estoy sonriente, aunque a veces, no muchas, también puedo parecer preocupado o triste.
Más información sobre este tema se puede encontrar en Internet.