Filosofía de la actualidad
La filosofía tiene como condición todos los campos de la creación.
Alain Badiou, matemático, escritor y filósofo contemporáneo nacido en Marruecos en 1937 y criado en Francia, fue también militante político.
Sastre, Lacan y Althusser fueron los que influyeron en su formación filosófica que continúa en la línea del idealismo matemático, siendo Platón su punto de referencia más sobresaliente.
Exponente de la izquierda radical, Badiou no cree en el fin de la filosofía sino en la necesidad de confrontar con los otros el propio modo de pensar personal.
Para él un verdadero filósofo es el que se arriesga a tener una postura diferente y no el que permanece fiel a las normas académicas.
Considera a su cosmovisión un platonismo de lo múltiple en el sentido de que la verdadera filosofía es la de las formas y que la verdad es la ley de la dialéctica, tratando de armonizar la lógica del Ser con la del aparecer.
La filosofía para Badiou debe romper el orden ordinario de las cosas, inaugurar un nuevo camino tratando de expresar la verdad del momento.
Las verdades particulares que dependen de un acontecimiento son también verdades eternas, tienen su origen en el mundo, la cultura, los movimientos sociales, las guerras, las matemáticas, las costumbres, son verdades que pueden ser diversas pero se pueden interpretar en forma universal.
Las verdades particulares se construyen en un devenir pero sus efectos se instalan como verdades eternas.
Badiou considera que la forma de pensar más relevante de esta época es un materialismo democrático, también denominado individualismo o hedonismo.
Significa que cada uno se hace cargo de si mismo y trata de ser feliz consumiendo, e interactuando en su comunidad. Quiere decir que no hay más que individuos y grupos.
Badiou piensa que más allá del cuerpo físico y del lenguaje existen las verdades que trascienden a los individuos y a los grupos, que son universales.
Para él la historia no existe, sólo existen los acontecimientos, porque no existe una continuidad lineal del tiempo sino tiempos diferentes.
La diversidad del mundo se define finalmente en una dualidad simple de dos opuestos y la norma ética es mantenerse fiel a una de las dos posturas.
La verdad está más allá de las categorías como clases, partidos, organizaciones etc., porque en este momento se necesita centrar las ideas en una nueva forma de organización social y no en el poder, por el poder mismo.
Este es el momento de que el hombre se trascienda a si mismo y deje de pensar que la lucha es inevitable y que la desigualdad es necesaria.
El hombre actual está confundido y tiene miedo, por esta razón se dedica a levantar muros a su alrededor para defenderse de supuestos enemigos; pero vivimos en un mundo que es de todos y para todos.
Las verdades humanas son las que permiten al hombre trascender al animal humano y que las hace eternas.
Ser inmortal, para Badiou, significa estar incluido en un proceso creador, de cualquier tipo, humano, político, artístico o científico.
En el momento de la creación, como decía Spinoza, es cuando se puede experimentar la eternidad.